El cerebro es uno de los órganos más activos del cuerpo humano que consume hasta un 20% de la energía que el organismo gasta en total, destaca un informe de la Fundación de neurociencias INECO (Argentina). Al respecto, sus expertos afirman que la manera en que nos alimentamos puede tener efectos beneficiosos o adversos en la salud cerebral, principalmente por los nutrientes necesarios para protegerlo.
En este punto, desde el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de México advierten que alimentarse de manera deficiente puede propiciar envejecimiento y alteraciones en los procesos de aprendizaje del cerebro. Por lo tanto, insisten, una buena alimentación puede garantizar una adecuada función de todos sus componentes.
Entre los nutrientes que el cerebro y todo el organismo necesitan para un funcionamiento y mantenimiento adecuados, se destaca el magnesio. Se trata de un mineral que regula la función de los músculos y el sistema nervioso, los niveles de azúcar en la sangre y la presión sanguínea, además de ayudar a formar proteína, masa ósea y ADN, según indica el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo de México precisa que la cantidad total de magnesio en una persona adulta es de alrededor de 25 gramos, de los cuales aproximadamente el 60% se encuentra en los huesos, el 39% en el interior de las células y el 1% en el líquido extracelular. Y además añade que la deficiencia moderada de este nutriente se atribuye a un consumo muy bajo de hojas verdes, leche, pan y papas, entre otros alimentos, o por pérdida de electrolitos.
Resulta interesante además saber que el magnesio es un mineral que puede generar un alto impacto en la salud y funcionamiento del cerebro humano. Es por eso que a continuación te detallamos los 5 efectos positivos que este nutriente ofrece:
Aprendizaje: permite sumar nueva información al mejorar la comunicación entre las neuronas.
Memoria: tiene la capacidad de potenciar la sinapsis que ayuda a recuperar y retener recuerdos.
Alzheimer: su accionar colabora en evitar la acumulación de placas neuríticas, previniendo así esta enfermedad.
Estrés: su accionar ante este sentimiento permite lograr un mejor control.
Ansiedad: mantener los niveles apropiados de magnesio ayuda a disminuir la tensión muscular y los nervios.