Uso excesivo de IA ocasiona atrofia cerebral, considera la UNAM

La doctora Pilar Durán Hernández de la UNAM expone los efectos de la IA en el cerebro.

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 7 (EL UNIVERSAL).- La actividad cerebral disminuye cuando se utiliza inteligencia artificial, al igual que el pensamiento crítico y la curiosidad por desarrollar nuevo conocimiento o aprendizaje, dijo la doctora en Ciencias de la UNAM, Pilar Durán Hernández, durante la conferencia "El costo cognitivo de la convivencia. Cómo la IA impacta nuestro cerebro".

De acuerdo con la académica, usuarios activos de ChatGPT suelen tener menos procesamiento cognoscitivo y de raciocinio; es decir, les cuesta más trabajo razonar, tomar decisiones propias y tener ideación crítica.

Caso contrario quienes utilizan herramientas de búsqueda, como Google, pues desarrollan un mayor procesamiento cerebral "al no depender" de estas herramientas virtuales.

El riesgo, detalló, es la atrofia por desuso que genera que el cerebro sea hipoactivo, "una mente que le da flojera pensar". Sin embargo, Durán Hernández reconoce que bien empleada, la IA como tecnología es un multiplicador de productividad, pero que es necesario tener claro que se trata de una herramienta de asistencia y no de autoría: "no dejen que la IA les haga la tarea; al final la que aprende es ella, no nosotros", sugirió.

La experta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recordó que durante la década de los ochenta comenzó la era digital, donde el descubrimiento e implantación de internet permitió una comunicación a larga distancia, "más rápida que nunca". Por ende, actualmente generaciones millennial y Z son nómadas digitales que "no imaginan un mundo sin Alexa, Siri o Gemini".

Subrayó que las aplicaciones de la inteligencia artificial están presentes en todos los ámbitos de la vida moderna, como el sector salud, transporte, construcción y finanzas. En el caso particular de la ciencia, destacó que la tecnología ha permitido avanzar en meses lo que antes tardaba años.

No obstante, hizo un llamado a revisar de manera crítica los resultados y aplicarlos en la investigación ante el boom de la IA en el último lustro.

"Los que no somos nativos digitales tenemos que alfabetizarnos, aprender cómo se utilizan las nuevas tecnologías y cómo sacarles provecho; quienes lo son, deben entrenar al cerebro en el uso ético de esas nuevas herramientas para que continúe conectándose", consideró.