Redacción Ciencia, 11 ago (EFE).- Los mosquitos tienen unos receptores específicos en los oídos que modulan su audición, un hallazgo que según sus responsables podría ayudar a desarrollar nuevos insecticidas y controlar la propagación de enfermedades nocivas, como la malaria.
La investigación se publicó en la revista Nature Communications, en un artículo firmado por científicos del University College de Londres (UCL) y de la Universidad de Oldenburg, en Alemania.
Los investigadores se centraron en una vía de señalización en la que interviene una molécula llamada octopamina. Demostraron que es clave para la audición de los mosquitos y la detección de parejas para el apareamiento, por lo que es un nuevo objetivo potencial para el control de estos insectos.
Los mosquitos macho detectan acústicamente el zumbido generado por las hembras en los grandes enjambres que se forman al atardecer.
Como los enjambres son potencialmente ruidosos, los mosquitos han desarrollado oídos muy sofisticados para detectar el débil tono de vuelo de las hembras en medio de cientos de mosquitos que vuelan juntos.
Sin embargo, hasta ahora se desconocían los mecanismos moleculares por los que los machos de mosquito "agudizan el oído", explica este viernes la UCL.
Los investigadores analizaron la expresión de genes en el oído de los mosquitos y descubrieron que un receptor de octopamina alcanza su pico específico en el oído de los mosquitos macho cuando estos vuelan en enjambre.
El estudio descubrió que la octopamina afecta al oído de los mosquitos a varios niveles. Modula la sintonización de frecuencias y la rigidez del receptor de sonido en el oído del macho, y también controla otros cambios mecánicos para potenciar la detección de la hembra.
Los investigadores demostraron que los insecticidas pueden actuar sobre el sistema octopaminérgico del oído del mosquito.
El apareamiento de estos insectos es un cuello de botella para su supervivencia, por lo que identificar nuevas dianas para alterarlo es clave para controlar las poblaciones transmisores de enfermedades.
Según Marta Andrés, del UCL: "Los receptores de octopamina revisten especial interés por ser muy adecuados para el desarrollo de insecticidas. Tenemos previsto utilizar estos descubrimientos para desarrollar nuevas moléculas que alteren el apareamiento de los mosquitos de la malaria".
"Dado que la audición de los mosquitos es necesaria para su apareamiento, se puede actuar sobre ella para alterar su reproducción. Un mayor conocimiento de las neurociencias auditivas de los mosquitos podría conducir al desarrollo de disruptores del apareamiento para su control".