Pemex e IP, de la mano para salvar producción

Petróleos Mexicanos (Pemex) ofertará entre empresas privadas contratos de servicios para perforación y desarrollo de 148 nuevos campos petroleros entre 2020 y 2024 -junto con los 20 que ya se ejecutan- para elevar la producción de petróleo crudo 36% a finales del periodo.

Los contratos suponen millonarias inversiones -que tan sólo en los tres primeros años de la administración pueden alcanzar una derrama entre empresas especializadas de 804 mil millones de pesos- para el desarrollo de estos activos.

Una parte de esos recursos provendrá de la estrategia de capitalización del gobierno, el beneficio fiscal que se espera -considerando que 100% del beneficio se traslade a inversión- y la reducción de costos operativos como de contratación.

Gran parte de estos recursos serían canalizados, de acuerdo con información a la que tuvo acceso EL UNIVERSAL, a la contratación de servicios de perforación de 491 pozos en los próximos seis años; a la instalación de 108 plataformas marinas, 160 plataformas terrestres, la construcción de 4 mil 474 kilómetros de ductos y el uso de un millón 392 mil 110 toneladas de acero.

La derrama económica supone además, según el plan, la contratación de casi 47 mil empleados por año en exploración y producción.

De acuerdo con las directrices del Plan de Negocio 2019-2024, en materia de exploración y producción, que será dado a conocer en los próximos días, estos nuevos campos junto con los 20 que están en ejecución, no sólo permitirán elevar la producción de petróleo y gas, sino iniciar un aumento en el volumen de las reservas probadas de aceite.

Hasta antes de la presentación del nuevo plan, la firma dio a conocer que los servicios de perforación para instalar 18 de estos 20 campos ya fueron contratados y que se incluyeron en este proceso los pozos para los campos Onel y Yaxché, de tal forma que el plan de acción de 2019 pasó de 20 a 22 en desarrollo.

Los contratos asignados involucran a empresas como Marinsa, Grupo R, Mexoil, Perfolat y Opex, y los campos son: Xikin, Esah, Uchbal, Chocol, Cibix, Valeriana, Ixachi, Mulach, Tlacam, Manik, Hok, Octil, Pokche, Jaatsul, Cahua, Cheek, Tetl, Tekit, Onel, Yasche, Suuk y Koban, la mayoría localizados en aguas someras -bajas profundidades- y áreas terrestres.

A ganarse a las calificadoras. Con esta estrategia, la petrolera busca mejorar sus resultados operativos luego de que la semana pasada fue duramente castigada por las calificadoras, colocando sus bonos de deuda en la categoría "basura".

Incluso la baja en la calificación de Pemex tuvo un efecto en cadena, pues contribuyó a que la firma Fitch recortara la nota de deuda soberana de México a largo plazo, "al ver mayor riesgo para el país".

Los pronósticos de producción de la petrolera refieren, por ejemplo, que los primeros 20 nuevos campos anunciados en marzo aportarán este año 70 mil barriles diarios extras a la producción de crudo.

A partir de 2020 se espera que la incorporación de los campos que serán desarrollados a través de contratos irán aportando nuevos barriles de producción: 340 mil barriles diarios adicionales en 2020; 417 mil más en 2021; 752 mil en 2022, y un millón 151 mil en 2024.

Por ello, las previsiones son que al cierre de la presente administración México esté produciendo 2 millones 654 mil barriles diarios.

México, señala la información de Pemex, habría elevado la producción 36%, considerando que mientras nuevos campos dan producción, otros siguen su declinación.

El plan de Pemex prevé elevar dichas reservas a partir de 2020 en 351 millones de barriles, para pasar de 7 mil 10 millones de barriles al cierre de 2019, a 7 mil 361 millones.