Consejos para prevenir el sangrado nasal en climas cálidos

Recomendaciones para evitar problemas de epistaxis

El territorio mexicano ha enfrentado un aumento significativo en las temperaturas, desencadenando diversos problemas de salud como golpes de calor, deshidratación, calambres, desmayos, agotamiento e incluso salpullido.

Sin embargo, una de las afecciones más comunes asociadas con el calor es el sangrado de la nariz, conocido médicamente como epistaxis. A continuación, explicaremos qué es esta molestia y por qué ocurre.

¿Por qué se produce el sangrado nasal con el calor?

La epistaxis, o sangrado nasal, se intensifica con el calor. Este fenómeno afecta principalmente a adultos con hipertensión arterial, y según los especialistas, ocurre cuando las arterias en la parte posterior y superior de la nariz sufren lesiones.

De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), las temperaturas extremas, como las que se experimentan durante olas de calor, influyen en esta afección al provocar la dilatación de los vasos sanguíneos hasta el punto de ruptura, lo que causa el sangrado nasal.

En contraste, durante el invierno, las arterias en la parte superior e inferior de la cavidad nasal pueden lesionarse debido a infecciones respiratorias y humedad.

¿Qué hacer y qué no hacer en caso de sangrado nasal?

De acuerdo con Mayo Clinic es crucial mantener la calma en caso de sangrado nasal. Algunas medidas a seguir incluyen:

Usar guantes.

Respirar por la boca.

Inclinar la cabeza y el cuerpo hacia adelante.

Tapar la fosa nasal afectada.

Presionar con los dedos índice y pulgar durante al menos 15 minutos.

En caso de que el sangrado no se detenga, buscar atención médica.

Evitar la congestión crónica en las personas alérgicas.

Evitar la presencia de parásitos en los niños.

Usar gorras y sombreros mientras dure la exposición al sol.

Evitar permanecer bajo el sol entre las 10 y las 16.

Para prevenir el sangrado nasal durante olas de calor, se recomienda protegerse del sol, evitar esfuerzos físicos, mantenerse hidratado, consumir alimentos ricos en vitamina C y K, y evitar la exposición al polvo y la sequedad nasal.