Científicos alertan sobre impacto del proyecto INNA en Observatorio Paranal de Chile

Un grupo de científicos destaca la importancia de proteger el Observatorio Paranal en Chile ante la amenaza del proyecto INNA.

SANTIAGO (AP) — Un grupo de destacados científicos de todo el mundo, entre ellos el Nobel de Física Reinhard Genzel, envió una carta abierta al gobierno de Chile para pedir protección a los cielos oscuros del Observatorio Paranal del desierto del Atacama, considerado el mejor lugar del planeta para la astronomía y que se encuentra amenazado por la construcción de un complejo industrial, informó el martes el Observatorio Europeo Austral (ESO).

En ella alertaron a las autoridades chilenas sobre el impacto de la instalación del megaproyecto energético INNA, de la empresa estadounidense AES, que busca construir un complejo industrial de más de 3.000 hectáreas a pocos kilómetros del Observatorio Paranal, en el desierto del Atacama y operado por ESO.

"Tal como está concebido actualmente, el proyecto representa una amenaza inminente para algunas de las instalaciones astronómicas más avanzadas de la Tierra, que están operando bajo uno de los últimos cielos oscuros y prístinos del mundo", indicaron en la carta firmada a mediados de noviembre y publicada el martes.

Señalaron, además, que el Atacama, en el norte de Chile, "es el mejor lugar del planeta para la astronomía, gracias a sus cielos oscuros, su atmósfera estable y su clima favorable" por lo que "este precioso patrimonio natural" representa un "recurso científico irreemplazable que ha permitido a generaciones de astrónomos ampliar el conocimiento de la humanidad sobre el universo".

Firmaron la misiva una treintena de astrónomos, como Genzel; el presidente de la Unión Astronómica Internacional Willy Benz; la presidenta de la Academia de Ciencias de Francia Françoise Combes, y varios Premios Nobel, entre ellos Michel Mayor, Didier Queloz, Adam Riess y Brian Schmidt.

El Observatorio Paranal es uno de los varios observatorios astronómicos situados en el norte de Chile y allí operan algunos de los telescopios más avanzados de la actualidad, entre ellos el Very Large Telescope (VLT). Asimismo, albergará el futuro telescopio Extremely Large Telescope (ELT), el telescopio óptico e infrarrojo más grande del mundo y actualmente en fase de construcción.

Chile concentra hoy cerca del 40% de la capacidad de observación astronómica mundial y, para 2030, se prevé que supere el 60% de esa capacidad.

Según un estudio realizado por ESO, la construcción del megaproyecto aumentaría la contaminación lumínica en al menos un 35% y provocaría una serie de impactos, desde la generación de microvibraciones que posiblemente impedirán el funcionamiento de algunas de las instalaciones astronómicas hasta un aumento de turbulencia atmosférica.

"Como comunidad científica, estamos muy preocupados por el impacto de cualquier contaminación en el cielo alrededor de nuestros observatorios, pues servimos a una comunidad global de astrónomos con nuestras mejores instalaciones en uno de los lugares más singulares y prístinos del mundo", dijo a The Associated Press Andreas Kaufer, director de Operaciones de ESO, en una entrevista desde Alemania. "Si lo perdemos, será una pérdida para nosotros y para la humanidad".

En su misiva, los científicos advirtieron que dicho impacto "sería devastador para los cielos prístinos de Paranal y para la astronomía mundial".

"El daño se extendería más allá de las fronteras de Chile, afectando a una comunidad científica mundial que depende de las observaciones realizadas en Paranal para estudiar todos los fenómenos, desde la formación de planetas hasta los inicios del universo", agregaron.

Finalmente, los expertos recordaron que durante las últimas seis décadas "Chile se ha convertido en la capital mundial de la astronomía" gracias a sus "leyes pioneras para proteger los cielos oscuros, sus iniciativas de sensibilización pública y su comunidad astronómica cada vez más sólida".

Kaufer igualmente enfatizó los más de 60 años de "colaboración muy constructiva y positiva" entre los observatorios y el gobierno chileno y dijo que la misiva plasma las preocupaciones de sendas comunidades científicas y "miles de astrónomos" que utilizan las instalaciones para desarrollar sus pesquisas.

"Son los mejores científicos del mundo", dijo en referencia a la renombrados firmantes de la carta. "No han expresado su preocupación en una fase temprana, han observado cómo se desarrollaban las cosas porque tienen influencia y han esperado hasta el punto donde realmente creen que es crítico".

The Associated Press solicitó un comentario al gobierno pero no obtuvo respuesta inmediata.

Por su parte, AES Chile afirmó a AP que sus propios estudios técnicos demostraron que el proyecto energético sería "plenamente compatible" con las observaciones astronómicas y que estaría diseñado para cumplir con la normativa recientemente ampliada del gobierno chileno sobre contaminación lumínica.

"Hacemos un llamado a confiar en la solidez institucional del país, que durante décadas ha garantizado certeza y protección medioambiental de múltiples sectores productivos", dijo.

En junio, varios observatorios astronómicos internacionales se unieron en una alianza inédita para crear el Consejo de los Cielos Oscuros con el objetivo de proteger los cielos de Chile y "coordinar estrategias y articular acciones frente al avance de la contaminación lumínica", según anunciaron las instituciones firmantes en un comunicado conjunto.

Para Ruskin Hartley, director ejecutivo de DarkSky International, una organización sin fines de lucro con sede en Arizona, los riesgos que enfrentan los observatorios en territorio chileno se repiten en distintas partes del mundo.

"Los principales observatorios han sido desplazados a ubicaciones remotas, y ahora, en esencia, se ven obligados a desplazarse a algunos de los últimos lugares con cielo oscuro que quedan en la Tierra, como el desierto de Atacama, las cumbres de Hawái y las zonas alrededor de Tucson, Arizona", dijo a AP. "Todos ellos están ahora en riesgo debido a la expansión del desarrollo y la minería. Está sucediendo en todas partes".