CIUDAD DE MÉXICO, agosto 20 (EL UNIVERSAL).- La cerveza, una de las bebidas alcohólicas más consumidas en el mundo, suele ser parte de reuniones sociales, celebraciones y momentos de relajación. Aunque beber cerveza con moderación puede ser disfrutado por muchas personas sin consecuencias inmediatas, es importante conocer los riesgos que conlleva su consumo a corto plazo, especialmente cuando se exceden los límites recomendados.
Beber en exceso abarca varias formas de consumo problemático de alcohol, en términos concretos:
-Atracones de alcohol: Se define como el consumo de cuatro o más tragos en una sola ocasión para las mujeres y cinco o más tragos para los hombres.
-Consumo excesivo semanal: Ocurre cuando las mujeres consumen ocho o más tragos por semana, o los hombres, quince o más.
A pesar de estos riesgos, es importante destacar que la mayoría de las personas que beben en exceso no son alcohólicas ni tienen dependencia del alcohol.
Riesgos para la salud a corto plazo
El consumo excesivo de alcohol puede tener efectos inmediatos y peligrosos según el Centro para el control y la prevención de enfermedades, que incluyen:
-Lesiones físicas: Accidentes automovilísticos, caídas, ahogamientos y quemaduras son algunas de las consecuencias directas del abuso de alcohol.
-Violencia: El consumo excesivo de alcohol está vinculado a episodios de homicidio, suicidio, agresión sexual y violencia doméstica.
-Intoxicación por alcohol: La ingesta de grandes cantidades de alcohol en poco tiempo puede llevar a una intoxicación grave, una emergencia médica que puede ser fatal.
-Comportamientos sexuales de riesgo: Las decisiones bajo la influencia del alcohol pueden llevar a relaciones sexuales sin protección, con el consiguiente riesgo de embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual.
-Riesgos para mujeres embarazadas: El consumo excesivo de alcohol durante el embarazo puede provocar abortos espontáneos, muerte fetal y trastornos del espectro alcohólico fetal.
Riesgos a largo plazo
A largo plazo, el consumo excesivo de alcohol está asociado con un amplio rango de enfermedades crónicas y problemas graves de salud, tales como:
-Enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta y problemas hepáticos.
-Cáncer en varias localizaciones, incluyendo mama, hígado, boca y colon.
-Deterioro cognitivo, demencia y dificultades de aprendizaje.
-Problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad.
-Dependencia al alcohol y trastornos relacionados.
Aunque el consumo moderado de cerveza puede no representar un peligro grave para muchas personas, es fundamental ser consciente de los riesgos a corto plazo que conlleva el consumo excesivo. La clave está en la moderación y en evitar situaciones de riesgo que puedan comprometer la salud o la seguridad personal y de los demás.