El ayuntamiento de Roma aseguró que no eliminará los patinetes eléctricos, como parece hará París tras el resultado de un referéndum, pero habrá una reorganización con una importante disminución, la dotación de aparcamientos y la prohibición de abandonar los medios en algunas zonas, ante el actual caos que reina en la capital.
La capital italiana lleva mucho tiempo luchando contra los problemas asociados con el uso masivo de patinetes, desde el estacionamiento en cualquier lugar, en medio de las aceras, el abandono en los carriles de autobuses y taxis, y las violaciones del código de circulación.
En junio de 2022 se había aprobado un reglamento para poner orden que aún no ha sido aplicado pero, tras la decisión en París, el ayuntamiento aseguró que se pondrá en marcha después de las vacaciones de Semana Santa.
A partir de esta fecha, de las siete empresas en periodo de prueba que operan en Roma serán seleccionadas sólo tres y los patinetes pasarán de 14.500 a un máximo de 9.000, de los cuales solo 3.000 en las zonas centrales para promover su uso también en zonas periféricas. Las bicicletas eléctricas disminuirán de 12.500 a 9.000.
Para ganar la licitación, los operadores deberán participar en el mantenimiento, control y redistribución de la flota, en la posibilidad de ofrecer abonos y descuentos para quienes utilicen el transporte público y la velocidad máxima permitida es de 20 km/h y de 6km/h en zonas peatonales.
Otro de los puntos críticos en el uso de los patinetes es su estacionamiento, por lo que habrá aparcamientos y se prohibirá abandonarlos en ciertas zonas.
"Queremos poner remedio a varios puntos críticos en un ámbito muy sentido por la ciudadanía, tanto desde el punto de vista de la seguridad como del decoro urbanístico. Hay que evitar que estos vehículos se estacionen en cualquier lugar y además redistribuirlos en toda la ciudad y no sólo en el centro histórico", dijo este lunes el concejal de Movilidad, Eugenio Patanè.
El concejal defendió la utilidad en Roma de este tipo de medios.
"París tiene una extensión territorial de 105 kilómetros cuadrados, servida por 14 líneas de metro, contra los 1.300 kilómetros cuadrados de Roma con 2 líneas y media de metro", dijo.
"Roma ha hecho una elección diferente. (los patinetes y bicicletas eléctricas) Pueden ser imprescindibles para cubrir la llamada 'última milla'". Por eso, añadió, "en el contexto romano, creemos que es útil integrar este servicio regulándolo, eso sí, con una normativa más estricta".