En la ampliación de la Presa Picachos, ubicada en Sinaloa, donde las temperaturas pueden alcanzar hasta 45 grados centígrados, Cemex empleó una técnica innovadora para controlar la temperatura del concreto: incorporar hielo en la mezcla.
La empresa, líder en soluciones de construcción, fue seleccionada para participar en este proyecto cuyo objetivo es abastecer de agua potable a 19,000 personas de 13 comunidades del sur de Sinaloa. Estas comunidades, en temporada de sequía, dependían de pipas para obtener agua.
Cemex fue escogida debido a su capacidad para garantizar un control preciso de la temperatura del concreto, un factor crucial dadas las condiciones extremas de la zona. La solución consistió en añadir bloques de hielo de hasta 150 kilos en la mezcla, logrando mantener la temperatura del concreto a 27 grados, incluso cuando el ambiente superaba los 40 grados centígrados.
Además de enfrentar este desafío técnico, Cemex resolvió el reto logístico del transporte del concreto desde Mazatlán, a 50 kilómetros de distancia, hasta la sierra donde se encuentra la presa.
La compañía utilizó su concreto Vertua, conocido por sus bajas emisiones de CO2, lo que generó un importante beneficio ambiental. Se estima que la reducción de emisiones fue equivalente a plantar más de 8,000 árboles que crecerían durante 10 años.
La obra, que creó 1,200 empleos directos e indirectos, incluyó la entrega de entre 700 y 800 metros cúbicos de concreto diariamente, lo que representaba hasta 127 viajes de camiones mezcladores en un solo día.
Durante todo el proceso, Cemex priorizó la seguridad y bienestar de su personal, asegurándose de que en un entorno de altas temperaturas el equipo se mantuviera hidratado y fresco, al igual que el concreto utilizado en la construcción.