BEIJING (AP) — Una sonda espacial que transporta muestras del suelo de la cara oculta de la Luna ha despegado de la superficie lunar y se dirige de vuelta a la Tierra, informaron autoridades chinas.
El ascensor de la sonda Chang'e-6 despegó el martes en la mañana hora de Beijing e ingresó a una órbita preestablecida alrededor de la Luna, indicó la Administración Espacial Nacional de China.
La sonda fue lanzada el mes pasado y su módulo de aterrizaje se posó el domingo sobre la cara oculta de la Luna.
La agencia espacial dijo que la nave almacenó las muestras que había recopilado en un contenedor dentro del módulo de ascenso de la sonda, según lo planeado, reportó la agencia noticiosa Xinhua.
El contenedor será transferido a una cápsula de reingreso que se prevé regrese a la Tierra en los desiertos de la región china de Mongolia Interior, aproximadamente el 25 de junio.
Las misiones al lado oculto de la Luna son más difíciles porque no es visible directamente desde la Tierra, y se necesita un satélite retransmisor para mantener la comunicación. La orografía también es más accidentada, con menos áreas planas en las cuales alunizar.
El sitio donde se posó la sonda es la Cuenca Aitken en el polo sur, un cráter creado por el impacto de un objeto estelar hace más de 4.000 millones de años, el cual tiene una profundidad de 13 kilómetros (8 millas) y un diámetro de 2.500 kilómetros (1.500 millas), indicó Xinhua.
Es el más antiguo y el más grande de ese tipo de cráteres en la Luna, por lo que podría proporcionar la información más antigua acerca de él, agregó la agencia noticiosa, y señaló que el enorme impacto podría haber expulsado materiales provenientes de zonas muy por debajo de la superficie.
Se trata de la sexta misión del programa de exploración lunar Chang´e, que lleva el nombre de una diosa lunar china. Es la segunda diseñada para traer muestras, luego de la Chang´e 5, que hizo lo propio desde la cara visible en 2020.
El programa lunar de China es parte de una creciente rivalidad con Estados Unidos —que sigue siendo el líder de la exploración espacial— y otros países, incluidos Japón e India. Beijing ha puesto en órbita su propia estación espacial y envía tripulaciones con regularidad.
Esta potencia mundial en ascenso planea enviar un ser humano a la superficie de la Luna antes de 2030, con lo que se convertiría en la segunda nación en hacerlo, sólo después de Estados Unidos. Washington tiene programado que astronautas aterricen en la Luna de nuevo —luego de más de 50 años—, aunque este año la NASA postergó la fecha para 2026.