CIUDAD DE MÉXICO, enero 25 (EL UNIVERSAL).- La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) acaba de actualizar la información con la que cuenta acerca de la terapia CAR-T, que ha innovado luego de demostrar que podía curar a un gran número de pacientes con cáncer en la sangre en tan sólo un mes, sin embargo, el organismo de salud acaba de advertir que si bien, es capaz de combatir diferentes tipos de cánceres en la sangre, podría provocar a futuro la emergencia de cáncer en otras partes del cuerpo.
La terapia CAR-T ha sido utilizada desde el 2017 en miles de pacientes con cáncer en la sangre, produciendo resultados muy efectivos, pues oncólogos internacionales han registrado que el cáncer, de varias de las personas que han sido tratadas con este tipo de terapia, se vuelve indetectable al cabo de un mes, pero ¿en qué consiste este tratamiento?
También conocida con el nombre de terapia con células T con receptor de antígeno quimérico, la terapia CAR-T es un tipo de inmunoterapia que ayuda al sistema inmunológico de la o el paciente a que las células T, encargadas de proteger al cuerpo de las enfermedades, ataquen a las células cancerosas.
Para que las células T logren detectar y atacar a las células dañinas, los especialistas conectan una máquina a la o el enfermo que, primero, extrae una muestra de su sangre y, de esta muestra, separa las células T de la demás sangre, antes de regresarla al cuerpo del paciente.
Para obtener una cantidad considerable de células T, la máquina lleva a cabo este proceso varias veces, hasta obtener 200 mililitros de células T; lo cual podría llevarse hasta seis horas.
Cuando las y los especialistas cuentan con las células T necesarias, las llevan al laboratorio y, ahí, las programan para que, al ser devueltas al cuerpo de la o el enfermo, persigan y destruyan las células cancerosas que están provocando la enfermedad.
Luego, las células T vuelven a ser insertadas a través de un virus inactivado para que vuelvan al cuerpo humano; esto se lleva únicamente un par de minutos.
Ya con todo y el material genético con el que cuenta el virus inactivado, las células T desarrollarán la aptitud de producir una proteína llamada receptor de antígeno quimérico (CAR), la cual reconocerá la proteína específica que está generando la presencia de células cancerosas, pues los cánceres de sangre, suelen caracterizarse por producir una cantidad desmedida de proteína.
Por ello, la terapia CAR-T, en resumidas cuentas, se encarga de dirigirse a esta proteína, luego de que logra detectarla para acabar con ella.
Y aunque las y los doctores que han aplicado la terapia CAR-T en sus pacientes, han notificado que hay personas en que el cáncer que padecen se vuelve indetectable a sólo un mes de llevar a cabo el procedimiento, la FDA acaba de descubrir que, aunque es beneficioso, hay personas que, luego de un tiempo, enferman de otros tipos de cáncer, debido a que el proceso se trata genera una alteración antinatural en el ADN.
El organismo reconoce que son menos los pacientes que padecen otros tipos de cáncer posteriormente, que aquellos que superan la enfermedad por completo: 19 casos de cáncer en comparación con los 27 mil que recibieron el tratamiento, equivalente a un riesgo de padecer cáncer, otra vez, en uno de cada mil 500 pacientes.
Sin embargo, la FDA cree necesario alertar a las personas que estén por emprender una terapia de esta clase, por lo que ya solicitó a las farmacéuticas que comercializan este tipo de terapia, y sus medicamentos aledaños, añadir una nueva etiqueta de advertencia (en un recuadro de color negro), que señale los efectos adversos que les podría provocar a futuro.
Entre algunas de las farmacéuticas que trabajan con este tratamiento se encuentran Bristol Myers Squibb, Johnson & Johnson y Novartis.
Cabe destacar que, hasta el momento, la terapia CAR-T ya cuenta con dos tipos de advertencias, que señalan que el tratamiento podría generar una reacción exagerada del sistema inmunológico o toxicidades neurológicas, como la demencia o la incapacidad de coordinar los movimientos musculares, efectos que podrían durar sólo un tiempo, pero que en algunos casos podrían ser irreversibles.