El riesgo de transmisión del VIH por la lactancia ya se sabe que es mínimo en mujeres con virus indetectable en sangre. Ahora un estudio ha caracterizado en profundidad este virus asociado a las células en la leche, proporcionando una base sólida para entender cómo se comporta en ese contexto.
La investigación que publica hoy Annals of Internal Medicine y está encabezada por Natalia Laufer, de la Universidad de Buenos Aires, estudia la presencia del VIH en leche materna de mujeres con niveles indetectables del virus en sangre.
Dada la enorme cantidad de células presentes en la leche materna que los bebés reciben durante la lactancia, "es fundamental conocer sus características y potencial. Al ofrecer esta información, ayudamos a informar y ajustar las guías de lactancia para mujeres que viven con VIH", dijo a EFE Laufer.
El estudio contó con una pequeña muestra: dos mujeres seropositivas, de las que una es la paciente "Esperanza" (una controladora de élite que mantiene cargas virales reducidas sin antirretrovirales), otra bajo tratamiento durante años, y una más de control.
Los investigadores evaluaron el virus libre y el ADN del VIH asociado a las células en la leche materna durante las primeras siete semanas de lactancia en la paciente "Esperanza", que lleva nueve años de control viral espontáneo, y la mujer bajo tratamiento con cargas virales indetectables durante más de 5 años.
Laufer explicó que aunque se detectó VIH ADN en niveles muy bajos, no se encontró VIH ARN que pudiera causar infección, lo que indica "que el riesgo de transmisión es extremadamente bajo".
Sin embargo, en el contexto de la lactancia -destacó- es "crucial entender que el virus asociado a células que forman parte de la leche podría convertirse en una fuente potencial de infección si se reactiva.
El VIH ARN se refiere al material genético del virus que está presente en el organismo y puede contribuir a la infección, mientras que el VIH ADN se trata de la copia del virus que puede estar presente en las células, pero no necesariamente está activa, explicó la científica.
Ahora hacen falta estudios más amplios para confirmar estos resultados y entender mejor el comportamiento del VIH en diferentes contextos, indicó Laufer, pero consideró que este es "un primer paso significativo".
En cuanto a la participación de la paciente "Esperanza" dijo que su caso "no es homologable a lo que sucede en otras personas", pero sí que ofrece pistas valiosas sobre lo que ocurre en la leche materna en el contexto de un control viral extremo.
La investigadora señaló que a medida que las pautas de lactancia para mujeres con VIH continúan evolucionando, estos hallazgos pueden ayudar a informar estas decisiones y proporcionar un marco para evaluar los riesgos y beneficios de la lactancia en diferentes contextos.
Laufer destacó la necesidad de seguir investigando sobre "la lactancia y el VIH para abordar las preocupaciones y deseos de las mujeres que viven con VIH que desean amamantar".
Este estudio es "solo el comienzo y necesitamos más evidencia para ayudar a las mujeres a tomar decisiones informadas sobre su salud y la de sus bebés", concluyó. EFE
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