Unos bosques arcaicos con biodiversidad única, un paraje a descubrir en Irán

GORGÁN, Irán (EFE).- Su gran riqueza en flora y fauna y su antigüedad, que se remonta hasta hace 50 millones de años, hacen de los bosques hircanianos de Irán un paraje único y de gran valor ecológico, reconocido como patrimonio mundial natural de la Unesco.

Este macizo forestal se extiende a lo largo de 850 kilómetros por el litoral meridional del mar Caspio, cubriendo este mes las provincias norteñas iraníes de Gilán, Mazandarán y Golestán de un manto de colores otoñales.

En esta última provincia, cerca de su capital Gorgán pero solo accesible a pie o con los vehículos todoterreno de los guardas forestales, se sitúa una de las quince áreas registradas en julio pasado por la Unesco, que calificó este ecosistema arcaico como "único en su género".

UN SUPERVIVIENTE DE LA ÉPOCA GLACIAR 

"Los bosques hircanianos son testigos de los bosques antiguos del mundo, ya que son supervivientes de hace entre 35 y 50 millones de años", explicó con orgullo a Efe Ramezan Alí Qaemí, director de la sede del patrimonio mundial de este ecosistema en Golestán.

Paseando entre los árboles, Qaemí indicó que hubo bosques similares en Europa y en zonas de la antigua Unión Soviética, pero durante "la era glaciar se perdieron por completo por lo que en la actualidad se puede decir que los hircanianos son los más antiguos del mundo".

Según la Unesco, estos bosques caducifolios del norte de Irán tienen entre 25 y 50 millones de años de antigüedad. Su superficie se redujo durante las glaciaciones del Periodo Cuaternario y se expandió de nuevo cuando el clima terrestre se suavizó. 

Su extensión sigue siendo considerable, pese al paso de los años y la actividad humana, abarcando alrededor de dos millones de hectáreas muy ricas en fauna y flora, apuntó el experto iraní en medioambiente.

UNA BIODIVERSIDAD INCOMPARABLE 

"Las especies de plantas y animales presentes en este ecosistema son incomparables con Europa. Quizá 100 hectáreas de los bosques de Europa sean equiparables a una hectárea de este bosque", dijo Qaemí.

Dejando de lado comparaciones más subjetivas, lo que es cierto es que la Unesco ha documentado la existencia de más de 3,200 plantas vasculares y 58 especies de mamíferos, entre los que figuran la emblemática pantera persa y la amenazada cabra salvaje.

El director de la sede del patrimonio mundial de los bosques hircanianos en Golestán detalló que el hecho de que haya animales carnívoros que se sitúan en "la cima de la pirámide alimenticia", como las panteras, implica que también hay herbívoros y que "la habitabilidad del ecosistema es apropiada". 

También hay lobos, caracales y águilas doradas, mientras que en la flora destaca la variedad de especies de árboles planifolios, lo que convierte a estos bosques, según Qaemí, en "una reserva genética" cuyos elementos poseen "usos médicos y alimenticios". 

REFUGIO DE PLANTAS Y ANIMALES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN 

Debido a su aislamiento, las zonas ahora protegidas por la Unesco albergan muchas especies de plantas en peligro de extinción y endémicas a nivel regional y local, lo que contribuye a su importancia ecológica.

Una de ellas es el tejo, conocido por los expertos como Taxus baccata y cuyo su extracto -indicó Qaemí- se emplea en la curación de algunos cánceres. También el ciprés Cupressus sempervirens y varios tipos de plantas medicinales.

En cuanto a los animales, en el pasado habitaban en la zona tigres y leones, que desafortunadamente desaparecieron, pero todavía quedan otras especies en peligro de extinción como la pantera persa o el caracal.

Para la conservación de esta fauna y flora es de gran utilidad el reconocimiento por parte de la Unesco como patrimonio mundial natural, una lista en la que Irán no había logrado hasta ahora muchos éxitos.

SEGUNDO ENTORNO NATURAL DE IRÁN PATRIMONIO DE LA UNESCO 

El desierto de Lut, en el sureste del país, fue registrado como patrimonio mundial natural en 2016 y hasta la inclusión de los bosques hircanianos este año era el único de Irán en esa lista.

Irán siempre ha destacado en el patrimonio mundial cultural, teniendo 22 sitios registrados por la Unesco, entre ellos la principal plaza de la ciudad de Isfahán de la dinastía safávida y las ruinas aqueménidas de Persépolis.

Para promocionar y proteger sus impresionantes y más desconocidos entornos naturales, las autoridades persas han tratado en los últimos años de que se reconozcan varias zonas de manglares y montañas y siguen trabajando en esta línea.

El experto iraní en medioambiente destacó las "ventajas": La Unesco ofrece un crédito para la protección de estas zonas y, además, se logra una popularidad internacional que favorece un turismo respetuoso con la naturaleza.