En el marco del 201 aniversario del nacimiento de Francisco González Bocanegra, es importante recordar el legado imborrable de este poeta y orador potosino, nacido el 8 de enero de 1824 en San Luis Potosí. A pesar de los tiempos de conflicto y discordia que atravesaba México durante el siglo XIX, Bocanegra dejó una huella profunda en la historia del país como autor de la letra del Himno Nacional Mexicano, una de las composiciones más emblemáticas y representativas de la identidad nacional.
Su obra más destacada, la letra del Himno Nacional, surgió en un contexto de gran agitación política. En 1853, durante la presidencia de Antonio López de Santa Anna, se convocó un concurso para la creación de un himno patriótico, con la oferta de un premio para la mejor composición. Aunque inicialmente Bocanegra no tenía intención de participar, fue su prometida Guadalupe González quien, confiando en su talento, lo motivó a hacerlo, incluso encerrándolo bajo llave hasta que entregara la composición. El resultado fue la letra que, después de ser seleccionada por el jurado, se convertiría en el Himno Nacional Mexicano.
Francisco falleció el 11 de abril de 1861, con 37 años, a causa de la tifoidea, tras haber sido perseguido por sus simpatías conservadoras en un periodo de fuertes divisiones políticas en el país. Sin embargo, su legado sigue vivo en el Himno Nacional, cuya letra, en sus primeras versiones, constaba de diez estrofas, de las cuales dos fueron posteriormente eliminadas tras el ascenso del liberalismo.
El aniversario de su nacimiento es un momento propicio para recordar su contribución a la cultura y el patrimonio de San Luis Potosí, y para reflexionar sobre el impacto que su obra ha tenido en la historia del país.