MADRID. - La colombiana Piedad Bonnett fue galardonada el día de ayer con el XXXIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el más prestigioso de la poesía en español y portugués, por la profundidad y belleza con la que se acerca a la vida y por ser capaz de convertir “el dolor en arte”, según el jurado.
Es “una voz actual de referencia en la poesía iberoamericana, con un trato elaborado del lenguaje que le permite acercarse a la experiencia vital con profundidad y belleza y a responder con humanidad a la tragedia de la vida”, destacó la gerente de Patrimonio Nacional de España, María Dolores Menéndez, al anunciar el fallo del jurado en el Palacio Real de Madrid.
Su poesía es luminosa, aun cuando trata temas arduos, como el desamor, la guerra, la pérdida o el duelo”, subrayó Menéndez. El jurado recalca que “muestra una trayectoria sólida y orgánica, con gran coherencia en su obra poética”.
Convocado conjuntamente por Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca de España desde 1992, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana reconoce el conjunto de la obra de un autor vivo que, por su valor literario, constituye una aportación relevante al patrimonio cultural común de España e Iberoamérica.
Una de las voces poéticas iberoamericanas “más fuertes”
El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, miembro del jurado, se refirió a Bonnett como “una de las voces más fuertes de la poesía iberoamericana, que se su suma a una lista deslumbrante de poetas, que este premio acerca a todos los lectores”.
Del último libro de la galardonada, ‘Los habitados’, destacó su capacidad para dejar patente que “el pasado nos acompaña porque todos estamos habitados de aquello que hemos perdido”.
Según Juan Manuel Corchado, rector de la Universidad de Salamanca, la concesión de este premio es “un reflejo claro del valor” que para él tiene el patrimonio cultural de forma general y, “en especial, este premio”.