“Cruces de Santiago”, obra emblemática de Federico Silva

La pieza captura su característico enfoque hacia lo simbólico y lo cósmico

Una de las obras emblemáticas de Federico Silva es “Cruces de Santiago”, una pieza que captura su característico enfoque hacia lo simbólico y lo cósmico. La representación de la escultura es presentada por el Museo Escultórico Federico Silva, en su fachada, al interior del Jardín San Juan de Dios. 

Las esculturas de Silva son caminos hacia una reflexión sobre el cosmos, la divinidad y los misterios de la existencia. “Cruces de Santiago” es una de las representaciones más significativas de su estilo, marcada por la fusión de formas geométricas y figuras míticas que evocan el viaje del ser humano hacia lo desconocido. 

La pieza se presenta en una escala monumental, lo que refuerza su relación con lo divino y lo eterno, invitando al espectador a un diálogo con las fuerzas que gobiernan la naturaleza y la espiritualidad humana. La escultura, no solo es un homenaje a la espiritualidad, sino también un testimonio de la visión del artista sobre el propósito de la existencia y su conexión con el universo.

La relación de Silva con la naturaleza es profunda y fue esencial en sus obras, a lo largo de su vida, el artista encontró en el entorno natural una fuente constante de inspiración. Este vínculo se refleja en sus esculturas, las cuales parecen emerger de la tierra misma, trabajando con materiales autóctonos como piedra, madera, acero y cemento. 

Federico utilizó elementos de flora y fauna no solo como recursos visuales, sino también como símbolos que exploran el origen y el propósito de la existencia humana en relación con el mundo natural. A través de sus obras, conduce a las y los espectadores a entrar en contacto con la esencia de la tierra, la vida y la espiritualidad, fusionando lo tangible con 

lo trascendental.