Más de 150 piezas entre esculturas, juego de cubiertos, abanicos y licoreras de metal, vidrio o porcelana conforman la muestra “De París a La Habana. Cien años de Art Déco”, con la cual Cuba celebra el centenario de la exposición que cimentó ese estilo artístico en la capital francesa.
El Museo Nacional de Artes Decorativas, una mansión de los años 50 restaurada con esmero y ubicada en el otrora lujoso barrio habanero del Vedado, acoge la ambiciosa muestra de este movimiento de diseño que caló también en la isla.
“El concepto de la muestra es París 1925-La Habana 2025 porque la cubana es una de las capitales mundiales del art déco”, declara a EFE el curador de la exposición, Manuel Landín, al realizar un recorrido por la exhibición.
Precisamente, La Habana -económicamente pujante y ávida de novedades artísticas en la década de los 20 del siglo pasado- fue una de los terrenos fértiles donde floreció esta corriente artística.
Aún hoy es visible la huella del art déco en la capital cubana, pese a los avatares de la historia. Especialmente evidente es su legado en la arquitectura habanera, con edificios sobresalientes como el Bacardí, construido en 1938, o el López Serrano, de 1932.
Manuel Landín explica que las obras expuestas forman parte de la colección del museo, entre las que se pueden encontrar “cristales de las principales manufacturas francesas y europeas, en general, metales puros como el bronce, criselefantinas (combinación del marfil con el oro o el bronce) o elementos de vestuario”.