CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 3 (EL UNIVERSAL).- El destacado cineasta Demetrio Bilbatúa, es más que un hombre detrás de la lente de su inseparable cámara. Es un gran amigo y un extraordinario ser humano, con un alto espíritu filantrópico, que supo aprender de sus errores, logrando asimilar que cada vez que caía al suelo, se levantaba con mayor coraje para hacer las cosas lo mejor posible, lo que lo condujo a convertirse en un sinónimo de la excelencia cinematográfica. A pulso y sin la necesidad de que nadie abogue por él, para que le otorguen reconocimientos y premios a su brillante trayectoria y legado cultural, ha puesto el nombre de México muy en alto en el mundo entero.
México: un paraíso en la lente de Bilbatúa
Mexicano por voluntad propia, como muestra del profundo amor y admiración por el país que lo cobijó desde niño, para él, México es un país de contrastes inimaginables que van desde los desiertos de Durango y Sonora, hasta las exuberantes selvas que existían en Chiapas y Tabasco, antes de la infernal llegada de la 4T, que ha destruido al país por completo. Cada vez que enfocaba la lente de su cámara en un paisaje, en su mente no había otro objetivo que las hermosas imágenes del paraíso llamado México, empeñado en que las imágenes que pudiera capturar, lograran transmitir ese orgullo y el amor por esta gran nación, con todas sus bondades naturales, arqueológicas, culturales y el calor humano que hay dentro de cada mexicano.
"Continental": el parteaguas del periodismo cinematográfico
En esta cuarta parte de la interesante entrevista exclusiva que concedió a EL UNIVERSAL, hace remembranza que el histórico noticiero "Continental", que se proyectaba en las pantallas de los cines, durante las décadas de los 60´s y 70´s, fue un parteaguas del periodismo cinematográfico en nuestro país.
Reitera que al capturar cada una de las imágenes con la lente de su cámara, descubrió que no solamente eran un reflejo de la realidad que estaba viviendo, sino una poderosa herramienta para contar historias, encaminadas a lograr despertar emociones y transformar la percepción del mundo. Se atreve señalar que, quizás, su inseparable cámara, para él, se transformó en el pincel de un Salvador Dalí, lo que le animaba en recopilar infinidad de paisajes, rostros y momentos trascendentales de la evolución de nuestro querido México.
Este miércoles 4 de diciembre, de un agonizante 2024, el Club de Periodistas de México, le entregará el Premio Nacional de Periodismo, como un merecido y justo reconocimiento a su brillante y prolífica trayectoria como cineasta, pero, a decir verdad, a Demetrio Bilbatúa no se le mide a base de reconocimientos ni homenajes, sino que su verdadero mérito radica en la magistral manera en que ha logrado plasmar, en sus miles y ovacionados documentales, enseñándonos a observar, con otros ojos, la maravilla y la riqueza del país que tenemos.
Los maestros de Demetrio Bilbatúa: Ángel y Luis Spota
Al también Miembro Honorario de la Academia de Arte y Ciencias Cinematográficas, A.C., le consulté quiénes habían sido los grandes maestros que le enseñaron como podía alcanzar el éxito en la vida, con absoluta sencillez, humildad y con lágrimas en los ojos, respondió: "Con lágrimas en lo ojos y mi más sincero agradecimiento, te confieso que mi hermano Ángel y don Luis Spota, fueron los dos grandes maestros que he tenido en la vida"
A lo Mero Macho, conversar con el maestro Demetrio Bilbatúa, es impregnarse de mucha historia, de fabulosas anécdotas, pero, sobre todo, aprender muchísimo de esa enorme fuerza de voluntad y la confianza para salir adelante, no obstante los múltiples obstáculos que la vida misma nos presenta.
El lenguaje del cine y la televisión: un contraste generacional
-Querido maestro... ¿El lenguaje del cine es diferente al de la televisión?
-El lenguaje del cine tiene su propia razón de ser. Mira, si nos remontamos a las películas del extraordinario y único Charles Chaplin, con él, la cinematografía mundial definió su propia personalidad.
¡Obvio!!, si Charles Chaplin hubiera hablado en sus películas... ¡Se hubiera acabado su encanto!!
-¡En efecto!!, Charles Chaplin fue un genio de la cinematografía mundial, pero, al mismo tiempo, era cuando se empezaba a vislumbrar la posibilidad de incorporar el sonido a las películas...
-¿Charles Chaplin estaba en contra de la incorporación del sonido?
-Absolutamente, renegaba y renegaba tajantemente...
-Pues sí, el cine "mudo..." ¡Era su mina de oro!!
-El cine mudo, para Chaplin, lo era todo.
Los inicios de Demetrio Bilbatúa en el cine y la televisión mexicana
-Y mientras tanto, en México... ¿Qué demonios hacia el joven Demetrio Bilbatúa?
-Mi vida de adolescente en la Ciudad de México, estaba llena de recuerdos y hasta se había transformado en un alucinante caleidoscopio, es decir, veía gente que salía a "borbotones" por todas partes, así como múltiples escenarios enmarcados en una escala de tonos que iban desde los azules más tenues, hasta los rojos más brillantes...
-¿Ese México que se nos fue?
-Sí, la verdad es que sí. Además, hasta me resulta un tanto irónico que, hoy, no podamos contemplarla con esa majestuosidad que tenía, a través de las viejas películas en blanco y negro...
-¿Quiere decir que las películas a color, no tienen ese mismo encanto?
-¡Uff!!, con usted no se puede. A lo que me refiero, es que esas imágenes de la gran Ciudad de México a todo color, parecen colarse discretamente y hasta revelarse en el contraste de los grises.
-A lo Mero Macho, yo, todavía no había nacido, es más, ni tan siquiera, era un vago proyecto de esperma de mi padre...
-Ja, ja, ja. Bueno, déjame contarte... ¡Ya te voy hablar de "tú a tú"!! ¿Te parece?
-...¡Venga!!, por mí, no hay ningún problema...
-En ese México que no conociste, porque a tu cigüeña no se le pegó la gana...
-¿Yo qué culpa tengo?... En mi casa, fuimos 16 hijos y mi padre estaba muy ocupado haciendo chamacos...
-Tu padre... ¡fue un tipazo!!
-Muchas gracias, pero mejor sígame contando cómo es que logró "domar" a la creciente Ciudad de México...
-¡Ya cantó el gallo!! Vivíamos en medio de un conglomerado de calles, de plazas, de avenidas, vecindades y edificios cada vez eran más anchos, altos y largos, pero totalmente ajenos...
-¿Estaba perdido en un laberinto citadino?
-¡Eso mero!! Un laberinto que, sin embargo, aprendí a recorrerlo hasta con los ojos cerrados. Más que haber crecido dentro de la cada día creciente ciudad, puede decirse que hasta crecí con ella, porque se iba transformando de mil maneras, haciéndose adulta al mismo tiempo en que yo me le adelantaba...
-"Caminante, no hay camino... camino se hace al andar", decía Joan Manuel Serrat...
-Un buen día, me sorprendí a mí mismo...
-¿Y eso?
-Estaba en plena adolescencia, llevando y trayendo, en bicicleta, medicinas entre la colonia Cuauhtémoc, ir a las grandes y tradicionales farmacias del centro... ¡Era mi primer trabajo!! Me acuerdo que ni siquiera había terminado la prepa, pero me las arreglaba para hacer ambas cosas de manera simultánea. Al salir de la prepa, me montaba en la bici, equipado con una caja de cartón amarrada en la parte trasera, para entregar los pedidos que llegaban al laboratorio de don Elías Arias, otro gallego que había llegado a México con el exilio, con quien me había recomendado la entrañable familia Comesaña, la misma que me ayudó a ingresar a la escuela.
-¿Qué sentía ir a toda velocidad, trepado en su bici, por las avenidas de la Ciudad de México?
-No se me olvida la sensación del aire golpeándome en el rostro, mientras mi ágil vehículo, serpenteaba, a toda velocidad, entre los coches y tranvías. Hasta me sentía un adulto y totalmente libre.
-¿Y qué pasó con sus sueños de camarógrafo?-Esto, sucedió poco antes que ingresáramos a Telesistema Mexicano, la verdad, me das la impresión de estar frente a mi sicólogo, para sacarme tantos y tantos recuerdos...
-¿Otra vez con lo mismo?
-¡Es que estoy mucho muy emocionado poder contarte tantas y tantas cosas, para este gran periódico EL UNIVERSAL... A lo Mero Macho...
-Ja, ja, ja, ahora resulta... ¡le vamos a cobrar derechos de autor, eh!!
-Es que me había convertido casi, casi, en súper héroe. Era mucho mejor que los carteros de aquella época, es decir, me detenía en una esquina, me arremangaba los pantalones y me ponía a caminar con las piernas sumergidas en el agua fría y pantanosa, de aquellos "señores aguaceros" que el Dios Tláloc se ensañaba con este nuevo habitante del suelo azteca.
-Ya no le dé más vueltas, vamos a lo suyo, sus inicios como camarógrafo...
-A mi hermano Ángel, le llega la oportunidad de trabajar como camarógrafo, gracias al buen desempeño que había tenido como empleado de la tienda Ansco, pero, también, creo que influyó muchísimo su carisma natural y la audacia que tenía, logrando establecer una relación amistosa muy estrecha con el periodista más importante de ese entonces, Carlos Denegri, quien era el consentido del periódico Excélsior...
-¿En dónde lo conoció?
-Ahí, en la tienda Ansco. Resulta que Carlos Denegri no sabía manejar la cámara Bolex Pallard y le pregunta a mi hermano que, si él sabía, a lo que Ángel le dijo que sí...
-¿Y Ángel... sí sabía?
-¡Para nada!!, creo que fue un acto un tanto irresponsable de su parte, pero, también, debo reconocer que fue muy astuto. Ángel, jamás había filmado, su conocimiento sobre las cámaras era teórico y por lo que veía en la tienda Ansco...
-Yo no le llamaría irresponsable, ni cosa de suerte, sino que estuvo en el momento adecuado y con la persona adecuada...
-Carlos Denegri era un excelente periodista...
-¿Y lo que se habla de él, en el aspecto personal...?
-Eso, es otro rollo. A tan solo 48 horas después de haber conocido a Carlos Denegri, mi hermano ya estaba viajando con él, rumbo a la isla de Chipre para filmar la primera entrevista exclusiva que concedía el arzobispo Makarios, para un medio de comunicación latinoamericano, tras haber sido elevado a la posición principal de la Iglesia Ortodoxa.
-No cabe duda, que después de la tormenta, viene la calma y les brillaba el sol...
-Durante una escala de doce horas que tuvieron en Nueva York, mi hermano Ángel ya instalado como el flamante camarógrafo exclusivo del periodista mexicano, se dio a la tarea de "devorar", en su cuarto de hotel, todos los libros de cine que había podido llevarse para estudiar y practicar los movimientos de la cámara, estaba dedicado en hacer las mejores tomas, mientras tanto, Carlos Denegri se preparaba para la gran entrevista.
-Reza el dicho ... cuando Dios da a manos llenos, hasta el cielo pone los costales...
-¡Sin lugar a dudas!! Carlos Denegri y mi hermano, permanecían en una larga espera en el aeropuerto internacional La Guardia de Nueva York, y que se encuentran a una gran personalidad que le encantaba hacer escandalosas declaraciones...
-¿Quién era?
-Ni más ni menos, que el prestigiado pintor Salvador Dalí, así es que, mi hermano graba esa histórica entrevista. De ahí para adelante, mi hermano comienza adquirir notoriedad como camarógrafo y al lado de un prestigiado periodista.
-...Y mientras tanto, ¿qué pasa con usted?
-Ya estábamos por los años 50`s. Creo que tenia como 19 años de edad. Don Eulalio Ferrer me dice: "Tu hermano ya se está dedicando al largometraje, y yo, quiero hacer un programa en la televisión y le puse el nombre de "Metrópolis", su conductor, es también, un destacado periodista y escritor, Luis Spota.