ROMA, Italia (EFE).- Las visitas al Panteón de Agripa en Roma, uno de los momentos más visitados de Italia, han logrado recaudar más de 860,000 euros en su primer mes como atracción turística de pago, con un precio de 5 euros por entrada general.
"En el primer mes, 230,000 visitantes, una recaudación de casi un millón de euros", aseguró hoy el ministro italiano de Cultura, Gennaro Sangiuliano, antes de añadir en un comunicado que se trata de unas cifras que "superan todas las expectativas".
Además, destacó que unos 20.00 jóvenes de entre 18 y 25 años -que pagan entrada reducida de 2 euros- decidieron visitar el edificio, uno de los mejor conservados de la Roma imperial con casi 2,000 años de antigüedad, mientras que cerca de 50,000 se beneficiaron de las entradas gratuitas previstas por la ley.
Según el Gobierno italiano, que estrenó el sistema de cobros el 1 de julio, 181,635 euros de lo recaudado durante el primer mes se destinarán a la recuperación de las zonas afectadas por el aluvión que inundó gran parte de la región de Emilia-Romaña, en el norte del país, recientemente.
Hasta mayo pasado, el Panteón de Agripa -que recibe a unos 9 millones de visitantes al año- era como una de las pocas atracciones con acceso libre en la capital italiana, donde pocos edificios más allá de las iglesias permiten la entrada gratuita.
Durante años se había debatido sobre la idea de hacer pagar una entrada de acceso al edificio, admirado por su impresionante cúpula, posteriormente convertido en la iglesia de Santa María de los Mártires y que también sirve de panteón de los antiguos reyes italianos Víctor Manuel II y Humberto I.
El 70 % de los beneficios derivados de las entradas serán para el Ministerio de Cultura, que se encargará de su limpieza y conservación, mientras que el 30 % restante irá a las arcas de la Diócesis de Roma, que destinará parte de los ingresos a acciones benéficas y a otros templos.
Las personas exentas de pago serán las mismas que contemplan los museos y monumentos de Italia, como los menores de 18 años y personas con discapacidad, así como quienes vayan a misa o a rezar.