“El supra del diamante”, de autor desconocido, es el libro más antiguo

El libro “El supra del diamante”, impreso sobre pergamino en el año 868, en China, casi 600 años antes que la Biblia de Gutenberg, es el libro más antiguo del mundo que perdura hasta estos días.

Así lo aseguró Leonardo Villalobos, integrante del Círculo de Amigos de la Casa de la Primera Imprenta, durante el conversatorio “Platiquemos sobre el libro antiguo”, en el Centro de Difusión Cultural Casa de la Primera Imprenta de América de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Explicó que aunque no es el primer texto impreso en el mundo, se trata de un libro de autor anónimo escrito en sánscrito, el cual fue utilizado para dar a conocer los discursos del budismo y transmitirlos de generación en generación.

“Ese tipo de libros se imprimía con base en la xilografía, técnica de impresión en planchas de madera grabada y tallada con gubias, con relieves que se presionaban sobre un soporte”, detalló.

Mientras que en Europa, las primeras impresiones de las que se tiene noción son las cartas usadas en el juego y la adivinación, las cuales llegaron con los comerciantes y mercaderes provenientes de oriente en el siglo XIV, como el Tarot de Marsella.

En el evento por el Día Internacional del Libro, señaló que otro de los primeros textos de que se tiene registro es la Biblia Pauperum (Biblia de los pobres, según el latín), escrita en lengua vernácula e impresa alrededor de 1470, que consiste en una colección de imágenes religiosas acompañadas por un breve texto.

Recordó que en la Edad Media los libros se hacían a mano, se estampaba primero la imagen y después la coloreaban y muchos de ellos sólo se imprimían por un lado de la hoja, indicó un comunicado.

Leonardo Villalobos mencionó que el primer libro impreso en tipos móviles fue el “Misal de Constanza”, de Johannes Gutenberg, en 1449, con el que inició otra era en la impresión y edición de ejemplares.

Añadió que en 1539 se instaló la Casa de la Primera Imprenta de América, el primer lugar donde se imprimieron textos en este continente, el cual actualmente es un Centro de Difusión Cultural de la UAM, para promover la lectura y todas sus manifestaciones, ubicado en el Centro Histórico de la capital mexicana.