ELABORACIÓN DE PIÑATAS

COLORIDA TRADICIÓN Y SUSTENTO DE FAMILIAS MEXICANAS

“Me siento muy orgullosa de formar parte de esta tradición familiar, pues además ha sido un sustento para mi familia”, así lo expresa Candelaria Guevara, quien, junto a Verónica Alvarado, precursora de la elaboración de piñatas en la familia, emprendieron este oficio que les ha acompañado durante más de dos décadas.

En entrevista, Verónica Alvarado nos comparte, que fue a raíz de una actividad escolar de su hija, en la que elaboró una pequeña piñata, que comenzó esta aventura que se ha ido fortaleciendo con el pasar del tiempo, pues han sido más de 20 años ininterrumpidos en los que ella, en compañía de su cuñada y fiel compañera, que ha logrado continuar llevando un pedacito de su esencia y creatividad a centros educativos, empresas y, sobre todo, a los hogares potosinos que cada año buscan el impecable trabajo que se ve reflejado en cada piñata que crean, sin importar el tamaño, siempre serán hechas con el mismo entusiasmo y entrega como el primer día. 

Cabe destacar, que en esta temporada decembrina aumenta la venta de las tradicionales piñatas de picos, época del año en la que la unión familiar, el empeño y las ganas de salir adelante se multiplica con la presencia de sus hijos, sobrinos, cuñadas, nueras y demás miembros de la familia que se incorporan en apoyo a la elaboración de estos artículos tradicionales en las posadas, teniendo como principal espacio de trabajo un rinconcito de la ciudad en el Callejón de López 160, donde la presencia de estas vuelve más ameno el pasar de los transeúntes de la zona, pues estos mismos expresan que al ver las piñatas y cómo las elaboran en la calle, hace que se sienta más la navidad.

“Me gusta mucho hacer piñatas porqué se siente más la esencia de esta temporada, incluso la gente que pasa por aquí nos dice que siente más la Navidad”. 

PROCESO DE ELABORACIÓN

Referente al proceso de elaboración, esta ha sido cambiante con el paso de los años, pues las ollas de barro y con las que eran elaboradas y el relleno de frutas, ahora han sido sustituidas por cartón, periódico, engrudo y papel crepé, llenándolas con dulces comerciales, eso sí, sin faltar los brillantes colores y formas que las caracterizan.

Y aunque en ocasiones las condiciones climatológicas entorpecen un tanto el proceso creativo de estas, sobre todo cuando se presenta días lluviosos, así como la falta de papel periódico indispensable para su elaboración está escaso, siempre logran sacar adelante este trabajo que inician desde el mes de junio. 

Sin duda, este oficio cuyo origen data de mucho tiempo atrás, forma parte del folklor y la identidad de la sociedad mexicana, pues ha sido una colorida tradición que ha traído la mirada y atención del mundo entero. 

“Es una satisfacción muy bonita, pues además la gente alaga constantemente tu trabajo” (Verónica Alvarado)