EU pierde a Philip Roth

Uno de sus autores más respetados del siglo pasado

Nueva York.- Estados Unidos ha perdido una de las figuras literarias de la segunda mitad del siglo pasado, Philip Roth, un autor que volcó en sus obras sus propios tormentos sobre la identidad judía, la lujuria y la traición.

Roth falleció el martes por la noche en un hospital de Nueva York, a los 85 años, en una ciudad en la que pasó sus últimos años leyendo, paseando, con esporádicas entrevistas y convencido de que hacía tiempo que había dado todo de sí en la literatura.

“Tuvo una de las más grandes trayectorias literarias, en la que cada libro es de primera clase”, sostuvo el editor literario Ross Miller, encargado de revisar sus trabajos para la Biblioteca de Estados Unidos.

“No tuvo rival, especialmente entre ‘The Counterlife’ y ‘The Dying Animal’”, agregó Miller en declaraciones reproducidas en las últimas horas al recordar la trayectoria del autor.

A Roth se le escapó el Premio Nobel, pero obtuvo los galardones más importantes del mundo literario estadounidense, en algunas ocasiones en repetidas veces, y también logró en una ocasión el premio Pulitzer por ficción.

Comenzó a escribir historias cortas para la revista The New Yorker en 1958, pero su primera novela, “Goodbye, Columbus”, con cinco relatos cortos, fue galardonada con el Premio Nacional del Libro en 1960.

La exploración de la identidad judía ocupó buena parte de su creación literaria, gran parte de ella enfocada en un personaje, Nathan Zuckerman, a través del cual Roth vive sus propias obsesiones.

En una entrevista con The Wall Street Journal jugó con esa representación de autor-personaje y dijo que su historia personal solo es el punto de vista inicial.

“Cada persona es un modelo que posteriormente se convierte en alguien. Puede que estés con una persona real, pero tienes que terminar habitando en ese personaje tú mismo”, sostuvo en una de las entrevistas de su última etapa creativa.

Sus temas controvertidos le generaron muchas críticas, incluidas las de los poderosos sectores judíos de Nueva York, y en 1962 decidió no volver a abordar el tema, algo que le duró poco, porque siguió siendo uno de los principales temas de su narración.

“Crecer como judío, como lo hice yo, y crecer como estadounidense, me parecía indistinguible”, llegó a decir.

Nacido en un barrio de clase media de Newark, en el estado de Nueva Jersey, hijo de un gerente de seguros y de una secretaria convertida en ama de casa al casarse, Roth coqueteó con estudios de derecho en la universidad, aunque acabó en la literatura.