Los charcos de agua en las calles, no son sólo agujeros, también pueden ser una ventana que pueden establecer una conexión con un mundo desconocido, y eso es lo trata de mostrar en su obra fotográfica la artista visual Amanda Vernisse Bouchenoire en “Flaques de lumieres” (Charcos de luz), inaugurada en la galería Germán Gedovius.
Su obra fotográfica, consiste en los reflejos que se producen en los charcos con agua que se generan en las calles después de las lluvias, y esa es la constante en toda la temática de la obra fotográfica.
La autora, no solo ha captado el reflejo de los edificios, sino también detalles que muchas veces pasan desapercibidos por los transeúntes.
Anteriormente, la fotógrafa presentó en la capital “Gotas de Agua” y “Reflet-xions”, y su interés siempre ha estado en torno al tema del agua. Para la autora “los charcos no son solo agujeros que procuramos evitar pisar, sino que son minúsculas ventanas que proyectan el mundo real a uno mágico”.
Los árboles, la fachada del Templo del Carmen iluminado mediante un video-mapping, o palabras luminiscentes, son parte de los objetos que ha capturado Amanda Vernisse Bouchenoire; quien estudio fotografía y arte en el CNED (Centro nacional de estudios a distancia), en Francia.
También, la autora trabajó en el Centro Nacional Científico Francés, vivió ocho años en Berlín, Alemania; donde realizó fotografía deportiva y de espectáculos. Actualmente la artista visual, desarrolla más proyectos fotográficos en la capital.