MADRID (EFE).- Las obras de autores como Jane Austen, Marcel Proust, Friedich Nietzsche, George Orwell o Jean-Paul Sartre tienen un vínculo con las plantas y su cuidado y de ello habla con EFE el filósofo y escritor australiano Damon Young, que acaba de publicar "Filosofía en el jardín" en español.
El libro es un ensayo estival que vincula la importancia de la naturaleza en el mundo de la literatura.
Con una proyección previa en la no ficción y en la poesía, Young regresa a las letras con una publicación que considera "la naturaleza como invitación al pensamiento y a la escritura", subtítulo del libro.
Esta obra recopilatoria hace un repaso por autores conocidos como Austen, Proust, Nietzsche, o Sartre, pues en todos ellos hay un vínculo con las plantas, incluso con su cuidado.
Pero además se remonta a Platón o Aristóteles, que reflexionaban y enseñaban paseando por jardines.
Dentro del entrelazado de artistas que plantea el ensayo, Young destaca a EFE la figura de Leonard Woolf, uno de los favoritos del autor ya que "veía la naturaleza como una constante creación y destrucción, nacimiento y muerte".
Woolf, marido de Virginia, la escritora que tomó su apellido, no se rendía, "no creía que sus rosas o calabazas durarían para siempre, pero siguió cosiendo y cultivando", comenta el autor como paralelismo con las nimias luchas diarias.
En el libro, Young asegura que "el jardín ofrece una oportunidad para la meditación", y para ello no tiene que ser grandioso ni exótico, tanto es así que Proust simplemente podaba unos "horrendos" bonsáis en su habitación.
"La filosofía requiere tiempo libre, para Aristóteles y otros pensadores clásicos era una vergüenza trabajar fuera de la arboleda", explica el escritor, capaz de atisbar el cambio de paradigma en los literatos burgueses del siglo XX que "disfrutaban del jardín en un tiempo de ocio, a la par que no les avergonzaba trabajar".
Todos los personajes de "Filosofía en el jardín" triunfaron en el siglo pasado, pero Damon Young también reconoce a la poeta contemporánea Louise Glück: "sus obras están llenas de vida, escribe con la devoción y la brutalidad de un jardinero".
A Young el jardín le "alivia la ansiedad" y le "ayuda a ser humilde", ya que se encuentra "pequeño y mezquino en él", a veces también es un espacio en el que valorar la mera "riqueza estética" que ofrece.
Aunque este libro del filósofo australiano es una oda a la naturaleza, admite que le atraen muchas circunstancias diferentes, y a veces necesita café, otros días escucha "hip-hop a todo volumen".
Tal vez este interés por el jardín que le llevó a Young a escribir este ensayo está conectado con sus experiencias vitales, ya que "cuando estaba escribiendo el final estaba viviendo de alquiler barato y el césped estaba lleno de grama", pero ahora confiesa que desde que se mudó lo que más le gusta son las macetas.
Además de ser un escritor de éxito -sus obras se han traducido hasta en once idiomas- Young es miembro honorario del departamento de Filosofía de la Universidad de Melbourne en su país y colabora en algunos medios de comunicación, entre ellos los británicos The Guardian o BBC.