Pbro. Lic. Salvador Glez. Vásquez.
El día que recuperemos la esperanza, volveremos a nacer.
Alguien dijo: que mientras haya vida, también habrá esperanza. Pero aún después de esta vida, es posible seguir esperando en la llegada de la resurrección.
Si alguien muere, no todo está perdido; porque aún nos falta, verlo resucitado.
Hoy nace la esperanza, de volver a mirar al ser que amamos, y creíamos haber perdido; pero Dios, le ha devuelto la vida.
Sabemos que la muerte es, la frustración más grande del hombre; porque una vez que ésta llega, acaba con cualquier plan, y anula todo proyecto.
El Señor, ha vencido a la muerte. Porque Dios es vida. Y su amor es eterno, y a los que ama, los quiere vivos.
Estamos celebrando la Pascua, es decir, que Cristo por ser hombre, murió; pero como Dios, pudo resurgir a una vida nueva.
Así también nosotros, una vez que hayamos muerto, vamos a resucitar. Dios, nos va a resucitar, como resucitó a Cristo. Para que, desde ahí, empecemos a vivir, una vida que ya no estará en riesgo de perderse.
Dios, que es causa de todo lo que existe, nos devolverá, lo que nosotros hemos perdido: nos dará la vida, para ya no perderla.
Porque volviendo a Dios, recuperamos el ser. Y el Señor, da vida a todo lo que ama.
Hoy decimos al Señor: “Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no manda”.