IRENE VALLEJO: TEJEDORA DE HISTORIAS ETERNAS Y CRONISTA DE LOS LIBROS

La española reflexiona sobre cómo la era digital ha democratizado el acceso al conocimiento

Irene Vallejo, autora española reconocida por su bestseller “El infinito en un junco” “La leyenda de las mareas mansas”, “El silbido del arquero”, “Alguien habló de nosotros”, entre otros, ha logrado reavivar la fascinación por los libros y su historia.

Con formación académica en filología clásica y una carrera que mezcla la narrativa con el ensayo, ha tejido un relato que conecta el pasado y el presente de la humanidad a través de los libros, Irene, es parte de la selección de escritores y escritoras en el XVII Festival Internacional Letras en San Luis. 

Su obra, ha explorado cómo la palabra escrita ha evolucionado como una herramienta esencial para preservar la memoria colectiva y cómo ha sido símbolo de resistencia cultural. Su enfoque único, que combina rigor histórico con una narrativa accesible y emotiva, la ha convertido en una voz destacada en el panorama literario actual.  

En “El infinito en un junco”, Irene Vallejo nos lleva en un viaje a través de 30 siglos de historia, desde los rollos de papiro de la biblioteca de Alejandría hasta la revolución digital. Con una mezcla de narrativa, filosofía e historia, el libro celebra el poder de los libros como custodios de la memoria humana. Reconocido internacionalmente, esta obra no solo ha revitalizado el interés por la historia del libro, sino que también nos recuerda por qué seguimos necesitando historias en todas sus formas.  

EL ACCESO A LOS LIBROS EN LA ERA DIGITAL

En una entrevista para Pulso Diario de San Luis, Vallejo reflexionó sobre cómo la era digital ha democratizado el acceso al conocimiento. “La idea de Internet es heredera de la búsqueda histórica de expandir la lectura y el saber a todos”, comentó. Sin embargo, advirtió sobre el contraste: “aunque ahora los libros son más accesibles que nunca, esto también ha llevado a una pérdida del prestigio que antes les confería su exclusividad”.  

Para Irene, el verdadero logro no es el estatus que los libros puedan otorgar, sino su capacidad de abrir brazos a toda la humanidad. Ella celebra la coexistencia de formatos como los audiolibros, los libros electrónicos y los tradicionales de papel, afirmando que estas opciones diversifican y enriquecen la experiencia lectora. “Los libros son pura metamorfosis”, aseguró, destacando que estas innovaciones no compiten entre sí, sino que ofrecen nuevas maneras de leer y compartir historias.  

EL ACTO DE PRESERVAR

HISTORIAS: UN ESFUERZO MILENARIO

Vallejo identifica el acto de contar y conservar historias como un pilar de la humanidad. “Somos seres tejidos de relatos”, dice con convicción, argumentando que los libros y sistemas de escritura nacieron como esfuerzos para proteger nuestra memoria colectiva. Desde las primeras tablillas de arcilla hasta los sofisticados sistemas digitales, la humanidad ha trabajado para salvar sus historias de la destrucción y el olvido.  

Sin embargo, señala que el mundo digital no ha resuelto todos los desafíos de preservación. “Pensamos que en el mundo digital todo se conserva, pero no es así. Textos y documentos desaparecen constantemente”, mencionó. Esta realidad subraya la importancia de mantenernos vigilantes para que las bases de nuestra memoria no se pierdan.

Según Vallejo, proteger nuestra herencia literaria es tanto una tarea de las instituciones como una responsabilidad individual.  

LA RELEVANCIA DE LOS LIBROS PARA NUESTRA 

IDENTIDAD COLECTIVA  

La autora insiste en que los libros no son solo receptáculos de palabras, sino pilares de nuestra identidad colectiva. Al documentar experiencias y pensamientos a lo largo de los siglos, los libros han tejido una narrativa común que une a generaciones.

En este sentido, Irene describe los libros como “alianzas entre generaciones” que nos permiten conectar con las voces del pasado y encontrar un sentido de pertenencia en el presente.  

UN LLAMADO A VALORAR LA DIVERSIDAD LECTORA

El pensamiento de Vallejo invita a repensar la forma en que consumimos y apreciamos los libros en un mundo que se mueve cada vez más rápido. Más allá de los debates sobre formatos o plataformas, su mensaje es claro: leer sigue siendo un acto esencial para entendernos como individuos y como humanidad. “Los libros nos acompañan de maneras especiales”, concluyó, dejando en claro que, ya sea en papel, en pantallas o en palabras susurradas, la lectura siempre será un refugio y un puente hacia lo eterno.  

Irene, con su voz contundente, se erige como una defensora apasionada de la lectura, la memoria y la conexión entre generaciones, en un mundo que necesita historias más que nunca.