La mujer, protagonista de los cortos del FICM

Hasta que el Alma baile’, de Karla D. Oceguera, e ‘Impronta’, de Rafael Martínez-García, presentados a concurso

CIUDAD DE MÉXICO. - Los cortometrajes ‘Hasta que el Alma baile’, de Karla D. Oceguera, e ‘Impronta’, de Rafael Martínez-García, presentados a concurso en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), que comienza este viernes, sumergen al espectador en historias de mujeres mexicanas que, sin excesos dramáticos, afrontan problemas de la realidad en México como la desaparición forzada o los trabajos de cuidado no remunerados.

D. Oceguera, directora de ‘Hasta que el Alma baile’, narra la vida de Alma, una mujer de mediana edad que siente un enorme fervor por practicar la danza, pero pasa gran parte de su tiempo cuidando de su madre enferma.

En esta corta obra, que afronta un dilema por el que pasan muchas mujeres mexicanas, la directora tenía la intención de un lenguaje “mucho más accesible, colectivo y popular”, para acercarse a un público más amplio.

‘Impronta’, el cortometraje de Martínez-García, ofrece un tono más pesimista que el de D. Oceguera, pues presenta como protagonista a una madre que en 2034 revive una y otra vez sus recuerdos mediante la tecnología ‘Impronta’ para saber qué pasó con su hija, quien parece estar desaparecida.

En esta distopía, Martínez-García plantea en su pieza que en los próximos 10 años el problema de la desaparición forzada seguirá latente en México.

Además, cree que en realidad la desaparición “seguirá siendo una llaga, una herida que seguirá abierta” dentro de una década, aunque exista una tecnología como la de ‘Impronta’.

Los dos entrevistados coinciden en un mismo punto: a sus protagonistas les ha fallado el sistema, a ambas les han arrebatado sus derechos y una respuesta de las instituciones.

Ante tal carencia la opción es “rebelarse” para buscar su propia “justicia restaurativa”, una que tanto se ha visto en México en los últimos lustros.