Ciudad de México, 19 nov (EFE).- "Los detectives salvajes", la portentosa novela del chileno Roberto Bolaño y considerada por muchos como la última gran novela latinoamericana, celebra este mes 25 años de su publicación con la vitalidad de los libros acerca de los cuales los lectores suelen decir: "estoy releyendo...".
Pertenece a la familia de los libros, que según Italo Calvino, "nunca terminan de decir lo que tiene que decir".
El libro está dividido en tres partes con una estructura no lineal y una prosa musical, profunda y con momentos de un humor, a veces doloroso.
Arturo Belano, alter ego de Bolaño, y Ulises Lima, inspirado en el poeta mexicano Mario Santiago, buscan a Cesárea Tinajero, fundadora del movimiento realismo visceral, una manera de llamar al infrarrealismo, ese grupo de jóvenes que aconsejaba "vivir mucho, leer mucho y follar mucho".
La búsqueda por varios lugares del mundo dura 20 años, en los que hay encuentros, amores, libros, muertes, fugas espectaculares y momentos de locura de parte de algunos personajes.
"Un carpetazo histórico y genial a 'Rayuela', de Cortázar. Una grieta que abre brechas por las que habrán de circular nuevas corrientes literarias", dijo el novelista español Enrique Vila Matas al referirse a la que es tal vez la gran novela de América Latina en los últimos 25 años.
El arranque del libro, con el diario del estudiante de derecho Juan García Madero, reclutado al realismo visceral, transcurre a una gran velocidad para luego dar espacio a una segunda parte con un coro de voces que retrata desde distintos ángulos a Belano y Lima. El tercer segmento retoma los apuntes de García Madero.
"Yo creo que 'Rayuela' fue la novela de los 20 y 'Los Detectives salvajes', la de los 40. Bolaño murió en 2003 y desde entonces hemos ido de la guerra del narco a vivir sin ideología; no sabemos como ideológicamente se iba a poner Bolaño, pero narró la gran derrota de la izquierda", aseguró este lunes a EFE la escritora Mónica Maristain.
En su condición de periodista, la autora argentina fue la última en entrevistar a Bolaño, estudió su obra y tiempo después escribió 'El hijo de Míster playa', una semblanza que desvela aspectos de la vida y obra del autor.
La novela, publicada en 1998, toca temas como la pasión por la literatura, el exilio, los desplazamientos, el paso del tiempo, la identidad y el desespero de los jóvenes, obsesionados con fundar y arreglar el mundo.
La joya de Bolaño pintó una raya con el 'boom latinoamericano' que revolucionó la literatura latinoamericana en el siglo XX, pero mereció elogios de autores de ese grupo como el de uno de sus iconos, el premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa.
"Es una novela ambiciosa, maravillosamente bien iniciada; las primeras 100 páginas con la descripción del mundo mexicano, bohemio semi rulfianesco marginal, está bien hecha. Luego la novela cambia y se convierte en un juego", dijo en su momento el autor de 'La ciudad y los perros'.
El pasado 28 de abril se cumplieron 70 años del nacimiento de Bolaño, un escritor que apenas fue a la escuela, pero que desde temprano se bebió los libros necesarios para escribir y se convirtió en un erudito con una prosa limpia.
Tras su muerte el 15 de julio de 2003, a los 50 años, se ha mantenido vital con obras como '2666', 'Amuleto' y 'Estrella distante', aunque aún se le identifica con el portento escrito hace 25 años.
"De los libros de Bolaño me quedo con 'Los detectives salvajes', el más entrañable, el más cercano, el más enloquecido y divertido. Yo viví ese tiempo, conocí a los infrarrealistas y alguna vez me fui de borrachera con ellos", reveló a EFE el escritor Benito Taibo.
El diario de García Madero arranca el segundo día de noviembre de 1975 en un mundo de ficción. En la vida real ese día, 23 años después, la novela ganó el premio Anagrama y en 1999 el Rómulo Gallegos.