Los museos parisinos desempolvan ya su lado más deportivo con programaciones que anticipan la llegada de los Juegos Olímpicos, a los que la capital francesa dará el pistoletazo de salida en apenas tres meses, el próximo 26 de julio.
El Museo de la Historia de la Migración, en el sureste de la capital, ha sido de los últimos en adherirse este viernes a la denominada Olimpiada Cultural con la inauguración de la exposición ‘Olimpismo, una historia del mundo’, en la que se revisitan los escenarios olímpicos como amplificadores del poder de las naciones y de los problemas sociales del momento.
“Si se profundiza en la historia de los Juegos, uno se da cuenta de que es un extraordinario analizador de nuestra historia y de todos los problemas que nos preocupan hoy en día”, señaló a EFE uno de los comisarios de esta exposición y profesor de historia de la Universidad de Lausanne (Suiza), Nicolas Bancel.
En el caso de los Juegos de Barcelona, ejemplificó Bancel, “España se afirmó como nación democrática postfranquista”, pues quería “brillar en el plano deportivo” y demostrar que era un “país europeo equivalente a los demás” en cuanto a libertades democráticas.
Con un enfoque más social, esa misma muestra recoge también preocupaciones del deporte menos conocidas, como la existencia de unos Juegos Olímpicos para sordos, de los llamados ‘Juegos Olímpicos Gay’ o del debate cada vez más importante sobre la sostenibilidad al organizar un evento deportivo de estas características.