Trabajo fotográfico de mexicano rompe con los clichés de la comunidad gitana

El trabajo fotográfico realizado durante 25 años por el mexicano Lorenzo Armendáriz consigue romper con los clichés de la comunidad gitana de diversos lugares del mundo y se expondrá en el Museo Archivo de la Fotografía de Ciudad de México.

"Es una comunidad que vive de una manera diferente a nosotros y eso es lo que inspira temor, como todo se acopla a nuestras formas de vida. Es una cultura que ha sobrevivido en muchos países a través del tiempo y a mucho racismo gracias a la unión que tienen", explicó este jueves el fotógrafo en entrevista con EFE.

La muestra, compuesta por 120 fotos analógicas tomadas en diferentes lugares del mundo y documentos que dan a conocer datos sobre los movimientos de familias gitanas y sobre todo su incursión en México, estará abierta al público desde este sábado hasta el 17 de mayo y pretende dar a conocer la realidad de este pueblo históricamente marginado.

Armendáriz comenzó esta aventura en 1994, cuando recibió una beca y decidió viajar a Europa para seguir la huella de su abuelo, que era Húngaro. Desde entonces, esta comunidad lo cautivó y a día de hoy mantiene grandes vínculos con ella más allá de la fotografía.

"Me casé en esa cultura, tengo muchos lazos que van más allá de la fotografía. Actualmente los visito cinco o seis veces al año en bodas, fiestas y otros eventos", dijo.

Además, la mujer del fotógrafo de San Luis Potosí es antropóloga y es la que se encarga de la parte de investigación del proyecto, que más que algo meramente fotográfico, explicó, es un proyecto de vida.

De alguna manera, el fotógrafo autodidacta buscó desde un inicio que su proyecto fuese más allá de un trabajo documental y viajó a comunidades hasta que una familia lo "adoptó" como uno más.

Desde entonces, tuvo la oportunidad de conocer y fotografiar situaciones cotidianas de diversas comunidades indígenas que le permitieron conocer y transmitir la verdadera realidad de los gitanos, que, lejos de lo que siempre se ha tendido a pensar, son comunidades que simplemente quieren seguir viviendo como siempre lo han hecho.

"Ahora ya tienen internet, ya se comunican con gitanos de otros países o ya tienen dinero en el banco. Cambió mucho todo pero por muchos años la tradición fue distinta. Pero se sigue conservando la costumbre madre, eso es lo que da lo familiar. No es que sean rebeldes", relató el mexicano.

La exposición, comisionada por César Carrillo, cuenta con tres espacios divididos en tres plantas. La primera recoge la itinerancia que caracteriza a este pueblo, la segunda escenas más cotidianas y la tercera la vida nocturna en la que muchos de ellos se dedicaban al circo, a la música o a otros tipos de espectáculos.

A pesar que las fotografías más recientes de la muestra son de 2016, Armendáriz ha continuado el trabajo relacionado con la comunidad gitana e incluso ha hecho un documental.

Próximamente planea seguir viajando y ampliando esta colección de fotografías analógicas que es, sin duda, un archivo de gran valor histórico, periodístico y de investigación.

Durante los meses que dure la exposición, el museo propone actividades complementarias como mesas redondas, proyecciones de documentales o presentaciones de libros para así seguir ahondando en este tema que siempre ha sido un tabú a nivel mundial.