Sí pero no. El embajador de Estados Unidos en México, Kenneth Lee Salazar puso los puntos sobre las íes de lo que parece ser la multifacética inseguridad pública en nuestro país. Aunque percibe que en San Luis Potosí las cosas no están “que arden” como en otros estados, sí ubica puntos de alarma que discutió con el gobernador, entre los que incluye la mala vecindad de estados que están trayendo espirales de violencia. Según el embajador, hay datos cruzados que ubican a San Luis Potosí como un estado que genera las condiciones para la inversión y el desarrollo económico.
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Sin embargo, la preocupación se refiere a que la batalla por la seguridad pública no ha generado todo el escenario ideal si se considera que todavía hay puntos débiles en la coordinación interestatal. De Zacatecas observa una inseguridad preocupante y resultados que no se han visto de manera tan satisfactoria como lo debía presumir el acuerdo firmado con San Luis Potosí. Todo parece indicar que la exploración del gobierno estadounidense a las condiciones de San Luis Potosí abona a resultados que únicamente se pueden tasar desde el punto de vista regional. Incluso uno de los escenarios más saludables se ubica en la capital potosina.
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Sin embargo, a nivel nacional viene una preocupación enorme, que podría afectar incluso el resultado de la revisión del tratado México-Estados Unidos-Canadá. Un sistema judicial debilitado, en automático pegará en la seguridad pública, sobre todo si se considera que la elección popular de los funcionarios judiciales abriría la puerta a los muy costosos esquemas de corrupción que ya se viven con los servidores públicos electos por votación ciudadana. Si a veces discutir una iniciativa legislativa controversial y dañina o ver que en nuestra propia cara un cacique se adueña de un partido político para servirse de él y se convierte en su dictador vitalicio, o que el presidente hasta presume sus errores pero dice que los otros estaban peor, es un asunto de graves consecuencias por el ejemplo que representa, peor será si el voto popular elige un perfil de ministro que es bueno para la mercadotecnia, pero de muy poca probidad en su proceder.
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De hecho, el Sistema Judicial Mexicano se derrumbaría, y una eventual revisión al Tratado de Libre Comercio concluiría con una tremenda fuga de inversiones, que provocaría una catástrofe económica peor que la de Cuba o Venezuela, si se considera que la inversión extranjera es la que sostiene la economía del país. Los chinos no salvarían la economía mexicana, tomando en cuenta que lo que abunda son tiendas de verdaderas chafeces. Quizá, México regresaría a ese periodo de inseguridad jurídica previo a la Revolución Mexicana y con una economía primaria de agricultura y tareas básicas. Sería un regreso de más de un siglo a la economía nacional.
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Por el lado de las inversiones en el extranjero, parece que la empresa que se llevó el dinero de la Dirección de Pensiones del Estado es un pájaro de cuenta. Ya hasta en Aguascalientes la tienen señalada y con toda seguridad saltará la liebre en otras partes del país.
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¡HASTA MAÑANA!