Falla recurrente Recetas sin éxito

Ni cuadrantes, ni sones pacíficos ni más patrullas han servido para parar la ola delictiva en la más importante zona metropolitana del estado: la que conforman los municipios de Soledad de Graciano Sánchez y San 

Luis Capital.

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El año pasado, los gobiernos de Xavier Nava Palacios y de Gilberto Hernández Villafuerte lanzaron estrategias en sus municipios que fueron publicitadas como parte de la solución al problema de la inseguridad.

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Nuevas, y numerosas, flotillas de patrullas en ambos municipios. En Soledad, un operativo llamado “Cuadrante”, cuyos buenos resultados van a contracorriente del incremento delictivo que reflejan las estadísticas oficiales del que los únicos elogios que ha recibido son de los propios funcionarios soledenses, del alcalde Hernández Villafuerte para abajo.

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Aquí en la capital, el gobierno de Xavier Nava puso en práctica una acción, “En Son de Paz”, que calcó el enfoque del gobierno de preside Andrés Manuel López Obrador: mejorar la situación de sectores marginados de la sociedad capitalina a través de apoyos económicos directos, bajo la tesis de que eso los alejará de la tentación de caer en la delincuencia.

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Las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública exponen claramente que, en los dos municipios, las estrategias han fracasado.

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En Soledad, incluso, se ha registrado lo que muchas autoridades se resisten a hacer: relevos en la cúpula de la policía. En el trienio, ya van tres, y ninguno de los encargados ha podido evitar el incremento de la actividad delictiva.

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En la capital, en contraste, se ha mantenido el mismo comandante de la Policía Municipal. Tampoco ha servido para disminuir la actividad delictiva en la capital.

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Un ingrediente adverso, que no puede desestimarse, es el enfrentamiento político de dos grupos políticos que sostienen una acérrima rivalidad. El pleito entre el navismo y la  gallardía ha hecho imposible cualquier viso de cooperación entre ambas alcaldías.  

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El que haya diversas estrategias adoptadas por los dos ayuntamientos preocupa, porque eso implica que las recetas conocidas para tratar de combatir a la delincuencia no han funcionado.

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El tiempo se acaba para los dos alcaldes. A diferencia de Juan Manuel Carreras, otro gobernante que pena por la falta de resultados ante la delincuencia, Nava Palacios y Hernández Villafuerte están en posición de extender su carrera política. Les queda sólo un año para entregar buenos resultados.

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Pero no sólo por su futuro político, sino porque esa es su obligación para con la ciudadanía.     

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¡HASTA MAÑANA!