En todo un infierno se ha transformado el conflicto laboral del Poder Judicial del Estado, por la falta de recursos para el pago de nóminas, prestaciones y pensiones, desde el gobierno de Marcelo de los Santos y hasta la fecha, la dispersión de pagos se ha convertido en un verdadero desorden, Marcelo hablaba con valentía de que se gastaría lo que se tuviera que gastar para realizar obra pública, que eso sí, se reconoce que representa un legado para las futuras generaciones, sin embargo, y a pesar de ser contador, no supo equilibrar las finanzas para evitar lastimar las percepciones de la clase trabajadora.
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El sucesor, Fernando Toranzo, pasó su sexenio con los lloriqueos de que estaba muy pobrecito, pero con desarrolladores de proyectos que no daban pie con bola, y un titular de la Secretaría de Finanzas incompetente para revisar a fondo los recursos participables, de los que han sacado tajada los gobernadores más hábiles para la gestión, al final de su sexenio, el FAEB se transformó en Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE), y ni así aprovechó la coyuntura para negociar el fondeo de sueldos, jamás pudo resolver los desórdenes heredados por su antecesor, cuenta la leyenda urbana que se dio cuenta que fue gobernador hasta el 25 de septiembre de 2015, un día antes de entregar el poder, por aquello de que le atribuían las funciones de gobernador a un ex secretario general de gobierno, obviamente más hábil que el médico.
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De Juan Manuel Carreras hay poco que hablar. Su falta de liderazgo lo convirtió en un gobernador con muy poca autoridad y con sobrada incompetencia de sus funcionarios, nadie resolvió sueldos ni pensiones pendientes, el recién nacido FONE empeoró las finanzas públicas, las complicaciones numéricas dieron dolores de cabeza a los titulares de Finanzas José Luis Ugalde y Daniel Pedroza, en el gobierno de Carreras, la remodelación en Palacio de Gobierno tardó tanto, que se escuchaban los cinceles solo cuando lo veían pasar; así se percibía la corta autoridad, es más, la falta de dinero alcanzó a otro poder del Estado.
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Llegó la actual administración, y es fecha que los problemas financieros para el pago de sueldos y pensiones se complica todavía más y acorralan a Ricardo Gallardo, le brincan problemas aquí y allá, del atorón en las negociaciones con la federación cabe cualquiera de las posibilidades: o el gobierno estatal no es hábil para gestionar recursos de rescate financiero, o el gobierno federal está más ocupado en otras cosas, como por ejemplo, gastando lo que se tenga que gastar en la consolidación de la 4t. Mientras tanto, los retrasos de los pagos a los trabajadores y a los jubilados, comienzan a incomodar más, y progresivamente va subiendo de tono la crítica de quienes no reciben los recursos, el paro en el Poder Judicial del Estado se podría adelantar, y la causa, nada qué ver con la reforma judicial local, que ya viene en camino, mientras, la fuerza laboral del Supremo Tribunal de Justicia sufre su propio infiernito.
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En medio del infierno que ha representado para México el amago del retiro de inversiones del extranjero a raíz de la reforma judicial, todo parece indicar que San Luis Potosí se resiste a sufrir los embates, en los últimos años ha crecido la inversión, y la instalación de empresas ancla ha multiplicado la creación de industrias de autopartes, es más, hay indicadores de que viene otra empresa de ensamble de vehículos, que pretende reforzar la capacidad de generación de empleos, ese efecto multiplicador, que ubica a San Luis Potosí en tercer lugar nacional en producción de autopartes, es nada menos que oxígeno puro, en medio de la tormenta que ha generado la reforma judicial.
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¡HASTA MAÑANA!