La Auditoría Superior de la Federación concluyó la revisión de las cuentas públicas correspondientes al ejercicio fiscal 2023 de 19 ayuntamientos de la entidad. Del pliego de observaciones se desprende que de todos los entes auditados, la capital potosina supera al resto de los municipios con una cantidad observada por más de 125 millones de pesos, lo que representa el mayor monto con respecto a dar restantes alcaldías más observadas.
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Las observaciones se realizaron de manera plural y técnicamente hay alcaldías de todos los partidos gobernantes, que de una u otra forma incumplieron observaciones, pero San Luis Potosí va por encima de los demás en número de pendientes no solventados. Se trata del informe final, donde los entes auditados tuvieron la oportunidad de solventar las irregularidades, algunas fueron solucionadas, pero la mayoría no…
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Las irregularidades detectadas a la administración de Enrique Galindo, van desde, las menores, como falta de evidencia de registro presupuestal o contable, información incompleta y poco veraz, licitaciones amañadas, hasta las más graves como la de no haber “evidencia de la entrega de los medicamentos e insumos a los beneficiarios”, constructoras beneficiadas con obra pública municipal que no registraron la obra ante el IMSS, “posible colusión entre las empresas que causaron un probable daño a la hacienda ´pública por sobre costo” y “probable manejo indebido de recursos público”, incluso la ASF detectó que se le pagaba el sueldo a algunos trabajadores que habían fallecido.
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Ahora bien el alcalde Galindo tendrá que dar explicaciones precisas y concisas a los capitalinos, sobre estas irregularidades, ya que de presumir ser un excelente administrador, pasó a ser señalado por el órgano auditor más importante del país, la ASF.
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Hay una parte del terreno que se supone debería estar destinado a obra, que el arrendador de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí subarrendó a una agencia de vehículos. En el predio ya hay vehículos acomodados y el uso es a su vez un indicador de que lo ocupante comenzó a usarlo para sus fines, aún y a pesar de que la idea que pretende desarrollar no se apega a lo expresado en el documento exhibido para buscar la aprobación del Consejo Directivo Universitario. Lo menos que debería suceder es la rescisión del contrato.
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El acueducto de la presa de El Realito, este domingo acumuló su fallar número 78 desde que comenzó a funcionar el 21 de enero de 2015, y que presentó la primera fractura durante el año 2016. La firma del contrato leonino y la simulada incompetencia de las autoridades para hacer valer la exigencia de reparación del daño, da a entender lo que parece ser una red de complicidades que dio origen a la construcción del acueducto y su operación. La firma de documentos está atorada, precisamente por la perversidad de los apoderados jurídicos del contrato.