El estado pasó ayer una nueva barrera psicológica impuesta por la emergencia sanitaria que genera el coronavirus COVID-19. Ayer, se registró el primer fallecimiento de un paciente infectado en la entidad.
La noticia generó un impacto que ayer pareció reflejarse en las calles de la capital. La afluencia de personas ha ido disminuyendo conforme avanza la Jornada de Sana Distancia, pero ayer pareció registrarse aún más.
El impacto negativo es evidente, obviamente mayor para la familia del fallecido, con la que Editora Mival se solidariza, sino también la ciudadanía.
Pero también implica una alerta extrema a la ciudadanía sobre el verdadero riesgo que representa el COVID-19. En la medida en que la ciudadanía entienda esa advertencia, el primer fallecimiento de coronavirus en la entidad generará, paradójicamente, un efecto positivo.
¿Cuál será el grado de participación del Ejército nacional en la lucha contra el coronavirus en San Luis Potosí? Hay versiones que indican que será mucha, a nivel protagónico.
Se menciona que los hospitales exclusivamente dedicados a atender al COVID-19, el Central y el General de zona de Soledad, estarán bajo control de médicos de bata verde.
Ayer, el Hospital Central estuvo ya bajo vigilancia militar. También se apreciaban trabajos para quitar de la fachada la imagen gráfica del gobierno estatal. En la conferencia de prensa diaria para informar las últimas novedades sobre la alerta sanitaria, la titular de los Servicios Estatales de Salud (SES), Mónica Rangel, estuvo acompañada por el jefe de la XII Zona Militar, Ángel González Castillo, y el director del Hospital Militar, Ramiro Cárdenas. Ninguno de los dos intervino en la conferencia, pero las referencias de la coordinación con el Ejército dejaban entrever una participación relevante en la estrategia contra la enfermedad.
La secretaria Rangel anunció que hoy se podría conocer, por parte del gobernador Juan Manuel Carreras López, el anuncio sobre la reconversión del Central y del Hospital General de Zona de Soledad, para atender directamente los casos graves de COVID-19. Es muy probable que en dicho anuncio se revele el nivel de actuación de los militares en la emergencia.
En donde sí estuvieron presentes soldados y elementos de la Guardia Nacional fue en algunos centros comerciales, luego de las reprobables convocatorias hechas en redes sociales para saquearlos.
Es terrible, aun si fueran sólo “bromas”, que haya quien se atreva a hacer ese tipo de maniobras.
Ahora es el ex diputado José Luis Romero Calzada el que deberá afrontar un proceso legal por el desvío y el mal uso de los fondos del Congreso, específicamente, la partida de Gestoría Institucional.
La treta de falsificar facturas y presuntos beneficiarios de dichos apoyos, que fueron a parar a quién sabe qué otro destino, ha sido perseguida por la justicia potosina, pero hasta ahora no se ha alcanzado el castigo que la mayor parte de la ciudadanía desea.
El ex priista, uno de los ex diputados más impopulares de la Legislatura más corrupta en la historia de la entidad, ha evadido hasta ahora los llamados a cuentas. Habrá que ver si,al menos en esta, se le acaba la suerte.
¡HASTA MAÑANA!