Si alguien esperaba una presencia significativa en San Luis Potosí de la Guardia Nacional, que mejorara la situación de la seguridad pública, parece que es mejor contener las expectativas.
El nuevo jefe de la Décima Segunda Zona Militar, Guzmar Ángel González Castillo, dijo ayer que si bien el estado tendrá seis destacamentos de la nueva corporación, el estado no está en la lista de objetivos prioritarios en la estrategia federal.
Ello pese a que la capital fue incluida en la lista de 45 zonas prioritarias por su incidencia delictiva.
El militar señala que otros puntos, como Veracruz, tendrían más atención porque la entidad potosina no la requiere tanto por su incidencia de hechos de inseguridad de
alto impacto.
Para la ciudadanía afectada por asesinatos y robos que mantienen una tendencia alcista, la declaración del mando militar no suena bien.
Por cierto, hace unos días, el alcalde de Soledad de Graciano Sánchez, Gilberto Hernández Villanueva, presumió haber amarrado 600 elementos de la Guardia Nacional de su municipio.
Quizá erró los números, porque González Castillo señaló que en los seis destacamentos que tendrá la Guardia en San Luis contarán con 110 elementos cada una y que su operatividad no se conocerá hasta la emisión de las leyes secundarias que regulen a la nueva corporación.
¿Pensaba el alcalde todavía perredista llevarse a su municipio a todos los elementos asignados a la entidad?
Cuando la denuncia de que la vivienda del padre del diputado del PT, Pedro Carrizales, aún daba de qué hablar, el legislador lanza una nueva queja por hechos en su contra, esta vez, por la presunta discriminación de la que fue víctima al intentar ingresar a un hotel de Cancún.
Se trata en un nuevo eslabón en la cadena mediática del popular “Mijis” para atraerse de atención, en especial de medios nacionales y redes sociales, que ayer captaron el hecho y, como suele ocurrir, generaron comentarios favorables a la imagen del diputado local.
No se le puede responsabilizar de que no intente hacer su lucha por entrar en el radar de la opinión pública nacional. Todos los políticos lo hacen.
Pero, por un lado, ya es notoria la estrategia de victimización con hechos sobre los cuales quedan dudas, y también es de reclamar que la atención que genera sea por estas denuncias y no por su trabajo legislativo, que deja mucho que desear.
Mientras que el combate del incendio de la Sierra de San Miguelito acapara las miradas de la ciudadanía y la atención de las autoridades, parece que el incendio forestal en Villa de Reyes no interesa.
No hay noticias sobre el apoyo a brigadistas civiles que combaten en precarias condiciones al fuego en la Sierra de Carranco. Ni siquiera el propio Ayuntamiento de Erika Briones informa sobre el apoyo que hay para ellos, si es que existe.
¡HASTA MAÑANA!