Inequidad duradera Control incompleto
Han pasado tres años y medio desde la medición que el Plan de las Naciones Unidas para el Desarrollo realizó al Desarrollo Humano de los municipios en México dado a conocer la semana pasada.
Lo más probable es que haya habido avances en la mayor parte de los municipios, pero lo que quedaría en tela de duda es si la brecha de desarrollo entre las localidades ricas y pobres del estado se ha agrandado.
Basándose sólo en el documento, queda claro que existe un centralismo económico en la entidad, que inclina el desarrollo hacia la capital, con efectos similares en las regiones del estado, con una ciudad media relativamente desarrollada rodeada de municipios menos favorecidos.
El patrón resulta inaceptable, pues condena a las localidades periféricas a estar detrás, en algunos casos, mucho más atrás, de las ciudades más favorecidas.
El gobierno de Juan Manuel Carreras y los de los 58 municipios podrían estar haciendo un trabajo aceptable, pero sería un avance parcial. Y así lo será hasta que la brecha se cierre.
O las oficinas centrales de la Comisión Nacional Forestal están equivocadas o el representante de esa dependencia estatal de la dependencia federal lo está, pero los dos no pueden tener la razón.
Las primeras señalan que las hectáreas quemadas en los pasados incendios forestales son algo más de nueve mil y el segundo, señala que superan las 21 mil. Una de esas cifras no es la correcta.
El Interapas aprovechó la divulgación del total real de sus pasivos, más de 600 millones de pesos, para lanzar un nuevo reproche por la negativa a que se aprobara el gravoso incremento que el organismo y la alcaldía capitalina pretendían se les autorizara para este año.
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Así que, según el Interapas, el déficit financiero se debe a esa negativa.
Los reportes del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) han desnudado las deficiencias sobre los resultados de las evaluaciones de control y confianza en San Luis Potosí.
Pero la encuesta que realizan las dependencias estatales en torno a las circunstancias que rodean a la realización de las pruebas revelan qué tan profundas son las deficiencias.
La mayor parte de los agentes policiacos están a ciegas sobre los resultados de las pruebas y los de reclutas de nuevo ingreso, así como los oficiales que reciben un ascenso, son sometidos a estos exámenes.
Ambas situaciones ameritan la renovación de las pruebas, pero parece que a las autoridades eso no les resulta necesario.
¡HASTA MAÑANA!