¿Y los peces gordos? ¿Y El Realito?

En una rueda de prensa anunciada a temprana hora de este lunes, la Fiscalía General del Estado salió con una sorpresa sin sorpresa. Tal y como ocurrió con aquellos escandalosos casos penales de inicios de la administración estatal de Ricardo Gallardo, otra vez apareció un caso sonado al que en forma propagandística se le ha llamado “el fraude del siglo”, aún sin siquiera dar con el clavo de los supuestos 3 mil millones de pesos de desfalco contabilizado en el fondo de la Dirección de Pensiones del Estado. Por una cantidad mucho menor, un grupo de siete detenidos permanecerá largo rato tras las rejas, si un juez penal así lo determina, como parte de las cosas que no cuadran, porque hay acusados sin un responsable principal.

Por años, las investigaciones de desvíos de recursos relacionados con el fondo de pensiones han pegado directamente sobre personas con función pública que han ejercido el cargo de director de pensiones en las administraciones de Marcelo de los Santos Fraga, Fernando Toranzo Fernández y Juan Manuel Carreras López, exfuncionarios de los que los políticos se acuerdan cuando vienen las elecciones, pero en investigaciones penales no aparecen siquiera como los principales responsables del manejo de los fondos de los trabajadores. Voces insistentes oídas este lunes, advierten que no se puede hablar de una investigación completa si lo solo aparecen en el espectacular anuncio de la Fiscalía personas que no ejercen cargos principales, pero tuvieron el infortunio de cruzarse con los procesos que involucraron también a personas de fuera del gobierno.

Alguna vez, el propio gobernador advertía que hay ex funcionarios astutos que hicieron su trabajo sucio sin ningún recato y a sabiendas de que no habiendo quien los persiga, los casos prescribirían. Así, al menos está en juego un desfalco de los últimos cinco años, que todavía alcanzan a involucrar a un ex director de la administración pasada y probablemente al funcionario principal de los comienzos del actual gobierno. Lo cierto es que de manera independiente de las investigaciones en proceso, el Gobierno del Estado no se preocupó lo suficiente por enderezar el barco, y cayó en problemas de falta de liquidez, que ya sea por cuestión de suerte o por estilo de gobernar, son condiciones que afectan mucho a la marca de gobierno de la que se habla: Se deja de pagar y ahora los que sufren son los trabajadores que no reciben las pensiones o las prestaciones completas, y de vez en cuando ponen en jaque a la ciudad. Ahora, con detenidos, aunque sean segundones en Pensiones y sin peces gordos, el gobierno tendrá argumentos suficientes para culpar a otros del impago, al menos durante la temporada electoral.

El problema de desabasto de agua potable va para largo. Ya alcanzó a la ciudad el temido agotamiento de los recursos naturales que era una previsión tomada cuando en mayo de 2006, el entonces presidente Vicente Fox Quesada anunció la construcción de la presa El Realito, que comenzaría su sucesor Felipe Calderón Hinojosa, por medio de licitaciones a empresas constructoras de gran calado, que se harían un mal trabajo y dejarían agujeros que producían más fugas que el propio volumen de abasto a la zona urbana de la capital potosina. El proceso constructivo no fue vigilado de manera suficiente, como tampoco el acueducto que desde su diseño y probablemente con conocimiento de causa de los constructores y el gobierno estatal como el que contrató, fue tendido por más de 136 kilómetros sin los materiales de calidad que una obra de tal demanda de volumen de agua exige.

Ese, precisamente, es el otro fraude que la autoridad estatal no ha perseguido desde el gobierno de Juan Manuel Carreras, que dejó hacer y dejó pasar, y por el que el gobierno de Ricardo Gallardo ha guardado un extraño silencio, tan equivalente a su ausencia en las acciones legales para que la constructora reponga el acueducto con un conductor de calidad y resistencia, y tan contrastante con la virulencia de los pronunciamientos para calificar a un organismo operador de agua de municipios, con un ruido tal que la estrategia casi no permite recordar que la Comisión Estatal del Agua es la gran ausente en la solución del abasto domiciliario de agua, y en la resolución del problema de la presa El Realito, que ha dejado a miles de habitantes de la capital sin agua.

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¡¡HASTA MAÑANA!!