RIOVERDE.- Se incrementó la presencia de pedigüeños en diversos cruceros de la ciudad, los que simulan vender dulces y terminan pidiendo una caridad a las personas que les hacen caso, aunque a veces abusan solicitando a todas las personas que pasan por esos sectores de la ciudad.
Durante esta temporada es común que se pueda observar más mujeres con niños, desde meses de edad hasta los 8 años, que están pidiendo caridad.
Cada día crece más la presencia de niños, vendiendo desde chocolates, mazapanes y paletas, a las personas que pasan por diversos cruceros de la ciudad.
Los niños recorren en su mayoría los negocios que se dedican a la venta de comida, donde encuentran más personas que se conduelen de su pobreza que representan, aunque solo es una forma de lograr que les otorguen una caridad.
Piden una moneda para comprarse algún alimento, para tener algo que llevar a su estómago.