En cinco años, de 2015 a 2019, la Comisión Nacional de Áreas Protegidas ejerció presupuestos de
35 pesos por hectárea, 7 pesos anuales, para cinco áreas naturales y parques ubicados en territorio potosino.
Por Infomex, se solicitó a la CONANP los montos presupuestales ejercidos de 2015 a 2019 para las áreas naturales protegidas localizadas en territorio potosino. Puntualmente, la dependencia entregó datos de las ubicaciones: el Parque Nacional El Potosí (2 mil ha); el Parque Nacional Gogorrón (34 mil 499.66 ha); el área de protección de Flora y Fauna Sierra de Álvarez (16 mil 900 ha); la Reserva de la Biósfera El Abra-Tanchipa (21 mil 464.44 ha entre San Luis y Tamaulipas) y el área de Protección de Flora y Fauna de La Mojonera (9 mil 201.50 ha entre San Luis y Zacatecas).
Las cinco suman 86 mil 065.6 hectáreas para las que CONANP canalizó, durante cinco ejercicios presupuestales, la cantidad de 3 millones 9 mil 914 pesos con 28 centavos. La oficina federal declara que en esas extensiones residen poco menos de 30 mil personas, beneficiarios de las acciones realizadas con esos presupuestos.
También añadió lo ejercido en el bosque de niebla de Xilitla, en la categoría de Región Prioritaria para la Conservación Xilitla. En cuatro años, de 2015 a 2018, aplicó 175 mil 725 pesos con 37 centavitos; en 2019, declara que ejerció $0.00 para proteger esa sierra, o sea, nada. Y eso que va en la categoría de “Región Prioritaria”...
Entregó datos de los ejercicios 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019. No, no incluyó un área natural que se denomine “Sierra de San Miguelito”, aunque la solicitud fue muy clara respecto de “todas las áreas naturales protegidas localizadas en territorio del Estado de San Luis Potosí”. Entregó datos hasta de las extensiones compartidas con otras entidades. Y no, tampoco está en la base de datos de ANP’s del portal de la CONANP. En esos cinco años, San Miguelito, para la federación, no ha sido ni es ANP.
Los presupuestos declarados son de pena. Ya se entiende el porqué, con todo y declaratoria, la Reserva de la Biósfera de Tanchipa de todas maneras se reduce. De Tanchipa reportan la suma de presupuestos más altos por parte del gobierno federal, al que San Luis acude ahora para que declare ANP a Sierra de San Miguelito. De 2015 al año pasado, le destinaron 947 mil 787 pesos con 49 centavos.
Para La Mojonera, hogar del perrito de la pradera, en cinco años lo invertido por la Federación sumó 647 mil 237 pesos con 57 centavos. Abarca territorio de Concepción del Oro, Zacatecas, y Vanegas. Muy boscoso no es, pero tiene especies únicas.
Para la Sierra de Álvarez, amenazada por caleras y construcciones sin permisos, 573 mil 986 pesos con 45 centavos. Es un milagro que recién comprobarán con cámaras de video la presencia de pumas; probablemente el estudiante tesista que lo descubrió invirtió más en esta investigación que lo presupuestado por CONANP en un año a esa zona.
Al extenso Parque Nacional Gogorrón, 527 mil 736 pesos con 99 centavos y al Parque El Potosí 313 mil 165 pesos con 78 centavos en un lustro.
Son áreas protegidas y se supone entonces que con ese marbete son de cuidado prioritario para el gobierno federal. Supondríamos que sus habitantes tendrán acceso a programas de conservación en los que trabajar y actividades productivas sustentables de las cuales vivir, apoyadas por la Federación.
Hay áreas naturales en el país que han conseguido generar rentabilidad para los habitantes, pero son contadas, de carácter excepcional y el impulso no se lo deben al cien a la Federación. Ahí van el bosque de la Mariposa Monarca, Nanacamilpa o el Bosque de las Luciérnagas en Tlaxcala y el del Soconusco en Chiapas. Si ya tenemos seis áreas naturales, dos de ellas parques nacionales desde 1936, ¿porqué no figuran con proyectos autosustentables?
La supuesta condición de “área natural” de Sierra de San Miguelito tiene bloqueada la posibilidad de una vía alterna desde el poniente a la zona de parques industriales y desinfló un proyecto inmobiliario de 2 mil hectáreas, con participación de los comuneros que son propietario de tierras a las que este supuesto ambientalista impide un fin rentable.
Tienen razón los comuneros en estar disgustados con la promoción de Sierra San Miguelito para la declaratoria federal de Área Natural Protegida: destinarán a sus tierras unos pesos cada año y éstas ostentarán un título mono que a ellos les coarta la libertad de hacer lo que con sus bienes.
ROLLOS SUELTOS
DEL DICCIONARIO GRINGO. Con lo reconocido por fin ayer por el subsecretario de Salud López-Gatell en el sentido de tomarnos en serio a Susana Distancia, los gringos acuñaron el término “Covidiot” con dos acepciones: “1.- Persona estúpida que ignora obstinadamente el protocolo de “distancia social”, ayudando así a difundir el COVID-19. 2- Persona estúpida que acumula comestibles, propagando innecesariamente miedos COVID-19 y privando a otros de suplementos vitales”.
LA DISTANCIA, UN LUJO. ¿Y a quién se le ocurrió la brillante idea de permitir que algunas rutas de camiones reduzcan sus corridas? La del Saucito se ha convertido en un foco de contagios porque si hay menos camiones, la gente que no puede dejar de acudir a sus trabajos se acomoda como puede en el que aparezca, así vaya retacado. ¿No se les ocurrió por lo menos no reducir las frecuencias en horarios de mayor flujo por razones laborales?
LA TIRA DE LAS NETAS
SOLTERA Y MAGNÍFICA
"Recuerda que tu carrera nunca se despertará y te dirá que ha dejado de quererte”.
Lady Gaga, sobre la elección excluyente para las mujeres entre casarse o perseguir sus aspiraciones profesionales o vocacionales. SModa (13/III).
EL “EPIDEMAGOGO” POBLANO
"La mayoría (de los infectados por coronavirus) son gente acomodada, eh, ¿si lo saben o no? Si ustedes son ricos tienen el riesgo, si ustedes son pobres, no; los pobres somos inmunes”.
Miguel Barbosa, gobernador de Puebla, en evento donde su equipo de salud daba los avances de la epidemia de COVID-19 en la entidad. Según su declaración 3de3, es propietario de cinco inmuebles, entre ellos una casa de 10 millones de pesos en Coyoacán, CDMX. (26/III). CNN en español.