"A mis amigos: justicia y gracia; a mis enemigos: justicia a secas”, le atribuyen al Benemérito de las Américas, que no era un alma cándida ni un pan brioche de suavidad. Si no era esa foto bajo el cuadro de Juárez un mensaje ligado a esa frase, se leyó así.
Fue un desencanto en frío para los seguidores de más larga data de López Obrador, muchos de ellos actores del navismo en los años 90, cuando el doctor Salvador Nava Martínez, una figura de proyección nacional después de su Marcha por la Dignidad, caminó con un joven López Obrador que era dirigente del PRD en Tabasco y reclamaba fraude electoral en varias alcaldías.
Esperaban que López frenara en definitiva el avance de Ricardo Gallardo Cardona en su camino a asumir la gubernatura del estado. Suponen algunos, todavía, que el presidente actual es de una pasta distinta a la de sus antecesores, que no permitiría que se le ligara con alguien a quien él mismo catalogó públicamente como “mafiosillo”.
La decepción mayor de viejos izquierdistas y navistas potosinos vendría con las respuestas de López Obrador al periodista Omar Niño, en “La Mañanera”, sobre los expedientes penales y en la Unidad de Inteligencia Financiera de Gallardo. “Es un asunto político lo que tú planteas. El pueblo de San Luis o la mayoría del pueblo de San Luis que participó en las elecciones eligió a Gallardo como gobernador; entonces; yo soy respetuoso de la voluntad del pueblo. En la democracia es el pueblo el que decide, es el pueblo el que manda. Entonces, hay que respetar la decisión de los potosinos.
“Desde luego esto no debe haberle caído bien a los que perdieron porque así son las cosas ¿no?, y ahora cuestionan sobre el pasado del gobernador electo. Todo esto se debió haber planteado en su momento, incluso para eso hay instancias legales. Ya ahora que el pueblo decide que él sea el gobernador pues tenemos que respetar la voluntad del pueblo”, contestó.
Desde la óptica del presidente, Gallardo es un perseguido y puso como marco su propia experiencia de años en la oposición: “antes se usaba el que, si no era un candidato del agrado de quienes estaban en el gobierno, en el poder, les fabricaban delitos, eso yo lo padecí”.
También habló ahí del tema Santiago Nieto, a pregunta expresa del periodista: “El presidente López Obrador me dio la instrucción muy clara de no hacer ninguna acción que afectara el proceso electoral y nos mantuvimos al margen”.
Quién sabe qué vaya a hacer Nieto con el expediente que le turnaron de rebote las autoridades electorales sobre la fiscalización a Gallardo. Seguramente buscar un pretexto para seguir al margen.
La víspera de esa conferencia, el Frente Ciudadano Anticorrupción hizo pública una carta en que solicitan a López Obrador que haga “honor a su consigna de no mentir, no robar y no traicionar” y evite “que la máxima autoridad estatal quede en manos de quienes tanto daño patrimonial y de seguridad le han hecho a los potosinos”.
Le advierten que “de no hacerlo, nos quedará clara su postura de aval y complicidad con el grupo gansteril caciquil que, aunque a Usted no le habría costado mucho combatir por ser unos mafiosillos, hoy dan muestras de ser quienes le ponen las condiciones para apoderarse de la administración pública de un Estado”.
Tiene toda la razón el presidente cuando argumenta que en San Luis no se actuó en su momento. Nadie se explica cómo es que dos gobernadores y una fiscalía supuestamente independiente, una Auditoría Superior y el Congreso del Estado no hicieron nada por los recursos que nunca fueron devueltos a las arcas de Soledad, asentado en un dictamen de un juez de distrito y a la fecha no explicado a satisfacción. Gallardo fue pasando aduanas legales una tras otra sin que se tocara el fondo de las acusaciones.
Nadie se explica tampoco cómo es que once denuncias de malversaciones y corrupción en la administración municipal capitalina de Ricardo Gallardo senior tampoco se han movido una pestaña. ¿Por qué habría de exigirse a un presidente que resuelva expedientes que en San Luis nadie tuvo voluntad de judicializar?
Sí, el presidente confirma que le importan más sus alianzas que las viejas relaciones con quienes lo apoyaron cuando no era más que un opositor popular pero muy incómodo. Y aunque no quiera, le guste o no, con la protección a su aliado el gobernador electo compra también las consecuencias del desempeño que éste tenga en el gobierno de San Luis Potosí, todas: buenas malas e inclasificables; las de Gallardo y las de la “legión Verde” que ya se apresta a “administrar” San Luis Potosí. No cabe esperar otra cosa después de un aval así.
Del lado presidencial ya hay alegatos de defesa, justificaciones y disculpas oficiosas. Que el presidente “no está informado de las trapacerías” que se reclaman; que “no conoce la tesis de la sentencia de amparo contra la orden de aprehensión en 2015” para Gallardo. O que si las denuncias contra Gallardo existen y están documentadas, “son kilos de papel que nunca va a leer”.
Quizá la más redonda: para los ojos de un presidente, "que tiene otros muchos problemas más importantes en la cabeza, se trata de una grilla ruidosa en medio de una elección”.
No, no hubo presidente “only one special”. Cerrado el tema, sin justicia, lo que venga serán los costos de la gracia.
EL NECESARIO ESCÁNDALO DE SCANDA
Muy ilustrativa de la rebatinga al interior del Partido Acción Nacional por las candidaturas de representación proporcional, resultó la sentencia definitiva del Tribunal Estatal Electoral que declaró inelegible a la candidata propietaria a la regiduría segunda del ayuntamiento capitalino en la lista blanquiazul, María Eugenia Castro Anguiano.
Conforme los resultados, Castro Anguiano quedaba en la regiduría sexta de representación proporcional en el ayuntamiento capitalino que presidirá Enrique Galindo Ceballos. Pero su suplente, Scanda Guadalupe Aranda Escalante, promovió juicio para la protección de sus derechos electorales.
El Tribunal Estatal dictaminó la inelegibilidad de Castro Anguiano porque también se inscribió como candidata a segunda regidora de representación proporcional en la lista de la planilla panista para la alcaldía de Rioverde, donde nació en febrero de1995 y de donde probó residencia manifiesta “de 25 años” con una carta del secretario del Ayuntamiento rioverdense.
Como las cosas no se veían bien dadas para su partido en Rioverde, es que fue postulada como propietaria en la segunda posición de la lista de regidores panistas para la alcaldía de San Luis Potosí. El artículo 115 fracción II de la ley Orgánica del Municipio Libre del estado de San Luis Potosí establece que para ser elegible para el Ayuntamiento, el aspirante debe contar con dos años de residencia efectiva.
Y el artículo 117 fracción II de la constitución potosina establece que para ser miembro del Ayuntamiento, Concejo o Delegado Municipal, se requiere “ser originario del municipio y con un año por lo menos de residencia efectiva en el mismo, inmediata anterior al día de la elección o designación, en su caso; o ser vecino del mismo, con residencia efectiva de tres años inmediata anterior al día de la elección, o designación”.
Para la candidatura a regidora en San Luis Potosí, presentó una carta de residencia extendida por la Secretaría del Ayuntamiento de SLP y señaló que labora para la alcaldía capitalina (se entiende el porqué le extendieron la carta de residencia).
El tribunal sin embargo concluyó que trabajar en la alcaldía capitalina “no constituye per se, que se cumpla con los requisitos constitucionales de contar con la residencia efectiva y por tres años inmediatos anteriores al día de su designación, pues de las documentales en que bajo protesta de decir verdad reconoció que tiene residencia efectiva por 25 en Rioverde”, los que confrontados con sus 26 años cinco meses de vida, “resulta lógico advertir que no cumple con el requisito Legal y Constitucional de residencia efectiva en el Ayuntamiento de San Luis”, coligieron los magistrados.
No le habrían dado su oreada a este embutido indigerible de no ser por la inconformidad de la candidata suplente, Scanda Guadalupe, activa en el sector juvenil del PAN, a quien en la asignación desplazaron olímpicamente a segundo término para hacerle su lugar a la compañera de Rioverde.
Decidida a no dejarse, la inconforme consiguió los expedientes presentados por la doble candidata a regidora y ahí están las consecuencias.
Si se quiere ser condescendiente, el asunto tiene su lado de humor pícaro, pero dejando aparte lo risible de esta intentona fallida de fraude para imponer a una candidata y asegurarle un cargo como si fuera manda, o negocio, lo que queda en el poso es una exposición de miserias, las mismas que han conducido al PAN a la lamentable situación en la que lo colocaron las elecciones de junio.
LA TIRA DE LAS NETAS
PENDIENTES EN LA TIERRA
Elizabeth Warren, senadora demócrata por Massachussetts, responde en su cuenta de Twitter al emocionado agradecimiento del millonario dueño de Amazon, Jeff Bezos, dirigido a sus clientes y empleados porque “pagaron” su viaje al espacio. Bezos no pagó impuestos sobre la renta en 2007 y 2011 declarando pérdidas (22/VII).
IZQUIERDA O DERECHA, TODOS IGUALES
José Antonio Crespo, analista político e investigador del CIDE, en retuit expansivo (21/VII).