“Armillita IV” sale a hombros

Fermín Espinosa se llevó la primera corrida en la Monumental “El Paseo”

La Feria Nacional Potosina dio inicio a su temporada taurina en la Plaza de Toros Monumental “Fermín Rivera” con una jornada cargada de emociones, donde seis astados de la ganadería Gómez Valle marcaron el debut de la feria. La gran figura de la noche fue Fermín Espinosa “Armillita IV”, quien firmó dos actuaciones de peso y salió a hombros entre la ovación del público potosino.

El festejo abrió con el ejemplar “Taquillero” (#172, 487 kg), lidiado por José Mauricio. Pese a un correcto inicio con las banderillas, el capitalino falló en su primer intento en el tercio de muerte y terminó necesitando un segundo espadazo, llevándose únicamente una ovación desde los tendidos.

El segundo turno correspondió a “Ganadero” (#195, 508 kg), donde apareció “Calita”. Con faenas de temple y ritmo, el matador hizo vibrar a la afición. Certero en la suerte suprema, culminó de un solo espadazo y se ganó el reconocimiento mayor del público.

El tercer toro, “Empresario” (#185, 500 kg), encontró en Fermín Espinosa “Armillita IV” a un torero de inspiración. El joven matador brilló con solvencia y maestría, logrando incluso el indulto del astado en medio de la algarabía general.

El potosino José Sainz tomó la lidia del cuarto, “Torero” (#189, 512 kg), en una faena de escaso lucimiento. La espada le complicó el cierre, necesitando un segundo intento para consumar la suerte final.

De nueva cuenta, José Mauricio volvió con el quinto, “Picador” (#198, 502 kg). La falta de acierto lo condenó, pues tras tres pinchazos terminó con el sufrimiento del burel sin mayor fortuna.

El sexto de la noche, “Torilero” (#178, 476 kg), devolvió a “Calita” al ruedo. Con mando y valor, cuajó series de buen trazo y, tras fallar en el primer intento, consiguió una estocada certera que rubricó su salida a hombros como máximo triunfador.

Ya con el séptimo, “Monosabio” (#184, 495 kg), Fermín Espinosa buscó repetir el éxito, pero esta vez la espada le jugó en contra al fallar en cuatro ocasiones.

El octavo fue “Banderillero” (#176, 507 kg), destinado al potosino José Sainz, quien tampoco encontró fortuna. Varias fallas con la espada y un golletazo dejaron su participación en silencio.

Como colofón, José Mauricio solicitó un toro de regalo: “Niño” (#174, 446 kg). Con él encontró sus mejores momentos de la noche, aunque nuevamente la espada lo traicionó, cerrando su actuación con un pinchazo y estocada en el segundo intento.