PARÍS (AP) — Justo cuando Carlos Alcaraz comenzaba a construir su remontada el domingo en la final del Abierto de Francia para vencer 6-3, 2-6, 5-7, 6-1, 6-2 a Alexander Zverev para levantar su primer trofeo de Roland Garros y su tercer título de Grand Slam, apareció esa magia que se ha vuelto común en el variado repertorio del chico español.
Fue con un fulminante derechazo tras correr y deslizarse desde el fondo que celebró poniendo su dedo índice hacia arriba diciendo "Número 1", y luego gritar "¡Vamos!"
No, en este momento no es el número uno del mundo — el hombre al que superó en semifinales, Jannik Sinner, debutará en el primer lugar el lunes — pero Alcaraz ya lo fue y aunque será segundo la próxima semana, no hay duda de que es de lo mejor que hay en el tenis masculino en este momento. Y con más logros que cualquier otro hombre a su edad.
El español de 21 años creció corriendo a su casa para ver por televisión a su compatriota Rafael Nadal acumular trofeo tras trofeo en Roland Garros —un récord de 14— y acaba de eclipsar a Nadal como el tenista masculino más joven en conseguir trofeos de major en tres superficies. Nadal tenía año y medio más cuando lo logró.
"Diferentes torneos, otra aura", señaló Alcaraz cuando le pidieron que distinguiera su trío de trofeos. "Pero lo que sí puedo decir es que la misma sensación. Ganar un Slam siempre es especial".
Alcaraz añadió el Grand Slam de arcilla a su colección que incluye triunfos en cancha dura en el U.S. Open 2022 y en césped en Wimbledon 2023. Tiene marca de 3-0 en final de un Slam.
"Es una carrera increíble hasta ahora. Ya eres un Salón de la Fama. Ya has logrado tanto —y sólo tienes 21 años", admitió Zverev, de 27 años que tiene foja de 0-2 en finales de un major. "Increíble jugador. No es la última vez que ganaras este".
Zverev, que llegó al día con racha de 12 victorias, perdió tras una buena demostración al ganar los últimos games del tercer set. El nivel de Alcaraz cayó en este periodo y parecía distraído tras quejarse por la condición de la cancha y que describió como "no creíble".
Pero Alcaraz se recuperó y se llevó 12 de los últimos 15 games después de que recibió tratamiento en un cambio por un problema en la pierna izquierda.
Alcaraz (3er preclasificado) y Zverev (4) disputaron su primera final del Abierto de Francia. Esta fue la primera final en Roland Garros desde 2004 sin Nadal, Novak Djokovic o Roger Federer.
Al inicio se sintió el nerviosismo. Zverev inició con un par de faltas dobles y eventualmente lo quebraron. Alcaraz falló su saque inmediatamente y su derechazo envió la bola hacia las gradas, además de sus dobles faltas.
Se vale decir que esos primeros 10 minutos seguramente no serán expuestos en el Louvre. Parte del duelo de cuatro horas y 19 minutos estuvo plagado de errores no forzados irregulares.
""No hace falta jugar brillante, tu mejor tenis o estar en tu mejor versión para ganar. Al final también se gana mucho de cabeza", destacó Alcaraz. "En el quinto set, ya era hora de dejarlo todo, luchando hasta no poder más. Es lo que hace un guerrero, y yo me considero un guerrero".
Alcaraz evocó su niñez siguiendo Roland Garros, soñando con un domingo como este en la cancha Philippe Chatrier.
"Tengo la suerte de tener aquí a mi padre, a mi madre, mis hermanos, mucha familia por ahí", indicó Alcaraz. "Todo el apoyo que me dan es espectacular, desde que era un niño. Cuando terminaba el colegio, corría a poner la televisión y ver este torneo, y ahora levanto el trofeo delante de vosotros, así que muchas gracias por todo este viaje".