LONDRES (EFE).- Un
Ajax
atrevido, posesivo con la pelota y contundente con las pocas oportunidades de que dispuso superó al
Tottenham
, lo desesperó y lo dejó atrás en la lucha por estar en la final de la
Liga de Campeones
(0-1).
La mínima ventaja con la que encarará el choque en casa se creó gracias a un tanto de Donny Van de Beek, una primera parte en la que llevó todo el peso con la pelota y unos segundos 45 minutos de aguante inéditos en el cuadro de Erik Ten Hag.
A la impresionante puesta en escena del nuevo campo del
Tottenham
Hotspur, cubierto por miles de banderines que formaron un precioso mosaico en las gradas, le siguió un despliegue técnico brutal de los 'Ajacied'.
Minutos y minutos de toque y posesión ante la sorpresa del
Tottenham
, que no salía de su asombro al ver el descaro del
Ajax
en casa ajena.
Sin complejos y superado ya el cartel de cenicienta, el
Ajax
se engrandeció ante el pobre centro del campo del
Tottenham
. Wanyama y Eriksen no tenían la capacidad, por inferioridad numérica, para disputarle el balón a De Jong, Schöne y Van De Beek.
Lucía el sol en el atardecer londinense, pero al
Tottenham
le caía un chaparrón y el que más se mojó fue Danny Rose.
Ziyech filtró un pase desde la frontal y el lateral inglés no se anticipó a Van de Beek. El holandés controló el balón, al borde del fuera de juego, y le tiró dos amagos a Lloris, suficientes para lanzarle al suelo y definir a placer.
El 0-1 no tiró atrás al
Ajax
, que lo siguió intentando, mientras que el
Tottenham
encontró su única vía en un Fernando Llorente encargado de filtrar el juego del equipo bajando balones de espaldas y rematando. En una falta lateral, un remate suyo llevó el máximo peligro del equipo hasta que una acción fortuita cambió el dibujo de Pochettino.
En otra falta lateral, Alderweireld y Vertonghen chocaron, llevándose la peor parte este último, quien tras cinco minutos de parón se tuvo que retirar mareado. Moussa Sissoko ingresó y varió el esquema. El
Tottenham
salió del 5-3-2, pasó al 4-3-3 y lo agradeció ya comenzada la segunda parte.
La superioridad holandesa en el medio se desinfló y cuando Alli tuvo un tiro al medio, bien detenido por Onana, y Llorente controló varias veces balones en la frontal, el partido ya había cambiado de bando.
Pero el
Tottenham
asustaba más por el ambiente que por el juego porque sus llegadas eran contadas y muchas veces inertes, muertas ya de antemano por la pólvora mojada de no contar ni con Heung-min Son ni con Harry Kane.
Por muchos balones que descendiera Llorente, no había nadie para rematarlos. El instinto goleador de Alli brillaba por su ausencia y Eriksen no puede firmar todos los días un disparo triunfante.
Era un lucha contra sí mismo y contra un
Ajax
al que las victorias ante Real Madrid y Juventus le han dado un oficio impensable hace meses.
A la contra, pudo 'matar' al
Tottenham
, pero una jugada del incorporado Mazraoui la estrelló en el palo Neres. Sentencia que los 'Ajacied' pueden echar en falta el miércoles que viene cuando reciban al
Tottenham
en Amsterdam.
De momento, se marchan con otro gran estadio conquistado, otra gran instantánea regalada al fútbol europeo y otro paso dado hacia la final de Madrid. Les queda el último empujón.