SANTIAGO (AP) — Chile se jugó la vida y ganó. Tras un primer tiempo de toma y daca, terminó arrollando en casa.
Con un gol de Eduardo Vargas, un doblete de Lucas Cepeda y un autogol de Venezuela, la Roja presentó su mejor versión y se impuso el martes 4-2 ante la Vinotinto en un partido crucial para mantenerse con vida en la batalla por un pase al Mundial de 2026.
Cinco goles en 26 minutos marcaron una trepidante primera mitad en la que Chile y Venezuela se lo dejaron todo. De un lado, la pugna de una agonizante Roja por seguir con posibilidades de disputar la repesca hacia la cita planetaria. Del otro, la ilusión venezolana, antepenúltima, de meterse por primera vez en una Copa del Mundo.
Ambos equipos venían de empates por lo que anticipaban el encuentro de esta última fecha del año como una "final". Y así lo fue.
"Fue una noche soñada, pero más feliz por el triunfo que nos merecíamos. Teníamos esa espinita de que teníamos que ganar y, gracias a Dios, ganamos en nuestra casa", celebró el autor del doblete tras el partido.
Chile empezó más agresivo, buscando espacios y posibilidades, mientras que Venezuela se retrajo y cerró filas para evitar la llegada de los anfitriones. La primera oportunidad clara vino con un remate de Vargas, que no entró gracias a una buena parada del portero Rafael Romo.
Pese a la insistente ofensiva chilena, fueron los visitantes quienes inauguraron el marcador. Tras un fallo de la defensa local, la estrella venezolana Yeferson Soteldo robó el balón y dio una asistencia para que Jefferson Savarino abriera la cuenta en el Estadio Nacional de Santiago a los 13 minutos, con un potente disparo que dejó parado al arquero Brayan Cortés.
Alentados por la vibra de la hinchada visitante, que acudió masivamente al estadio, los venezolanos ganaron confianza, pero la celebración no duró mucho. Ésta vez, "Turboman" Vargas no falló y dejó todo igualado con un golazo a los 20 minutos, gracias a un pase de Lucas Cepeda - que ya entonces se perfilaba como el gran nombre del duelo.
Las cosas se calentaron y los anfitriones apenas terminaban de conmemorar cuando un tremendo error de Paulo Díaz le costó a la Roja el segundo tanto de los visitantes tan sólo dos minutos después: Rubén Ramírez no dudó en aprovechar un espantoso rechazo del defensa chileno para enviar el balón al ángulo y anotar el segundo de Venezuela.
En una racha de varios minutos con más errores que aciertos para ambos lados, no pasó mucho tiempo para que el marcador volviera a igualarse después de un autogol de Tomás Rincón a los 29, que le devolvió a Chile las esperanzas y el aliento.
La Roja no se dejó abatir. Mostró hambre de gol, pues se jugaba su supervivencia. Una vez más, el dúo Vargas-Cepeda funcionó y, tras recibir una asistencia del delantero, Cepeda anotó el tanto de la remontada y posicionó a los anfitriones en la delantera con un categórico remate al ángulo en la recta final de la primera parte.
El partido se reanudó con la misma intensidad aunque la ventaja en el marcador les dio cierta tranquilidad a los chilenos.
Transcurridos pocos minutos de la segunda mitad, Cepeda se confirmó como el gran hombre en la cancha al anotar el cuarto tanto de la Roja, que mostró su mejor forma en lo que va de estas eliminatorias y consiguió la primera victoria del argentino Ricardo Gareca desde que asumió el banquillo en enero.
Con la ventaja ampliada, los chilenos lograron controlar la cita, impulsados por el apoyo de los hinchas y conducidos por un Arturo Vidal que, de regreso a la selección tras un año de ausencia, guió con su veteranía al combinado, que finalmente logró sumar tres tantos en el certamen.
Los anfitriones llegaron a anotar el quinto tanto con Luciano Cabral, quien reemplazó al capitán Vidal, pero el gol fue anulado por fuera de juego.
El resultado le dio un respiro a Chile, que abandonó el último sitio de la clasificación —ocupado ahora por Perú tras la derrota frente a Argentina - y pasó a ser el penúltimo, con nueve puntos, cuatro menos que Bolivia, situada por ahora en la plaza que otorga el derecho de disputar un repechaje intercontinental como vía de acceso a la Copa del Mundo de 2026.
"El balance a lo largo de este año no era lo que buscábamos", señaló Gareca en conferencia de prensa, donde agregó que "planificar para el año que viene" es ahora la prioridad. "Somos capaces de dar vuelta a esta historia".
Venezuela, por su parte, cayó al octavo puesto, uno por debajo de la repesca.
La derrota "es una amargura porque necesitábamos este triunfo para seguir en competencia", evaluó el seleccionador de la Vinotinto, Fernando Batista. "Hay que hacer autocrítica, hay que mejorar y hay que prepararnos para el año que viene".