Sam Allardyce ha vuelto al fútbol inglés, con sus desplantes aun mayores que su sonrisa.
Ahora, es momento de que "Big Sam", como se le conoce, sustente sus palabras con los hechos y salve al Leeds del descenso en la Liga Premier.
La misión de cuatro partidos en su noveno empleo dentro de la máxima categoría comienza el sábado, quizá con el rival más complicado en el fútbol inglés. Viajará a la casa del campeón defensor y líder de la liga Manchester City.
Ello implica un duelo cara a cara con Pep Guardiola, el estratega español del City que ha considerado previamente a Allardyce un "genio", por su capacidad de salvar clubes del descenso.
Guardiola ha elogiado el regreso de Allardyce a la Premier y ha coincidido con una afirmación temeraria del exseleccionador inglés de 68 años: "Nadie me supera en términos futbolísticos".
"Con este tipo de técnico, la gente dice: 'Está viejo' o cualquier cosa. Y algunos piensan que la gente que tiene, digamos 35 o 40 años, inventamos el fútbol o lo creamos. No, el fútbol está creado ya", dijo Guardiola en referencia a Allardyce y a Roy Hodgson, quien volvió recientemente al Crystal Palace a los 75 años.
"Estos tíos pertenecen a esta liga y nos han ayudado a crearla... No hay que ser joven para ser un buen técnico".
Allardyce es reconocido como una especie de pionero, al menos en el fútbol inglés, por introducir la ciencia deportiva y el análisis de datos desde sus días en el Bolton, incluso antes de que comenzara este siglo.
Fue en Bolton donde realizó su mejor trabajo, desafiando su vieja imagen de entrenador pragmático que recurría al pelotazo y llevando a un equipo con talentos emocionantes como los de Jay-Jay Okocha y Youri Djorkaeff hasta una final nacional de copa y hasta la entonces llamada Copa de la UEFA, tras finalizar en el sexto sitio de la Premier.
Tras marcharse del Bolton en 2007, tuvo estadías complicadas en Newcastle, West Ham y Everton, donde jamás fue popular con los hinchas. En cambio, destacó en Blackburn, Sunderland y Crystal Palace.
Allardyce divide opiniones, pero no hay duda de que los mayores elogios para su trabajo provienen de él mismo. Aprovechó su presentación como entrenador del Leeds para mencionar a Guardiola, a Jürgen Klopp de Liverpool y a Mikel Arteta del Arsenal entre los entrenadores a quienes considera tan buenos como él.
Estar fuera del fútbol casi dos años representa sin embargo una preocupación. Otra se refiere a la forma del equipo del que Allardyce ha tomado el timón.
Leeds es un caos defensivo. Recibió 23 goles en abril, un récord de la Premier para un solo mes, y ha perdido cinco de sus últimos siete cotejos.
Sólo la diferencia de goles lo ubica por encima de la zona de descenso.
La prioridad de Allardyce será dar mayor resistencia a Leeds. El encuentro en la cancha del City, un duelo de estilos que no podrían ser más contrastantes, promete someter a su zaga a la prueba máxima. La meta parece demasiado ambiciosa. El City luce demoledor y busca el triplete de títulos Premier-Liga de Campeones-Copa de la FA.
Ha ganado 14 de sus últimos 15 partidos y ha empatado el otro, en la cancha del Bayern Múnich.
Una victoria colocaría al City cuatro puntos encima del Arsenal, que tendría entonces que responder venciendo el domingo a Newcastle, situado en el tercer sitio. De otro modo, los Gunners podrían irse despidiendo de una carrera por el título en la que trastabillaron recientemente ante los Citizens.
Si el City gana y el Arsenal no lo hace, un escenario más que plausible, al conjunto de Guardiola le bastarían dos triunfos en sus últimos cuatro partidos para revalidar el cetro.