En el marco del mes del orgullo, la inclusión LGBT+ en el deporte sigue siendo una asignatura pendiente, evidenciando las barreras que aún persisten en diversas disciplinas deportivas. A pesar de algunos avances, como la visibilidad de atletas abiertamente homosexuales en competiciones y las campañas de sensibilización, el entorno deportivo continúa siendo un espacio donde la diversidad sexual no siempre es aceptada plenamente.
Se deben erradicar varios estereotipos en el deporte, incluyendo la idea de que los hombres homosexuales o bisexuales no tienen cabida, que las mujeres lesbianas solo encajan en ciertas disciplinas, que las personas transgénero tienen una ventaja competitiva y, por lo tanto, deben ser excluidas, y que las personas intersexuales deben someter sus cuerpos al voto público para ser admitidas en alguna liga o club.
En muchas ocasiones, los deportistas LGBT+ enfrentan el dilema de ocultar su orientación sexual o identidad de género por temor a represalias o a la pérdida de patrocinadores y oportunidades profesionales. Esto genera un ambiente de inseguridad y estrés que afecta su rendimiento y bienestar general. La falta de referentes y el miedo a la discriminación contribuyen a que muchas y muchos jóvenes desistan de practicar deportes, privándolos de los beneficios físicos, emocionales y sociales que la actividad deportiva puede ofrecer.
En un contexto local, las organizaciones deportivas y las autoridades locales en San Luis Potosí tienen un rol crucial en la creación de espacios seguros y acogedores para todos los y las atletas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género. La implementación de políticas antidiscriminatorias claras, la capacitación de entrenadores y personal, y el apoyo a programas de educación y sensibilización son pasos fundamentales hacia la inclusión. Además, la visibilidad de atletas LGBT+ y el reconocimiento de sus logros ayudan a desafiar los estereotipos y a construir un entorno más equitativo.