CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 11 (EL UNIVERSAL).- En una noche que parecía salida de un sueño para los aficionados del beisbol, el Estadio Alfredo Harp Helú se convirtió en un caldero de euforia y emoción, luego de que los Diablos Rojos del México consiguiera su título 17.
Después de una década de espera y esperanzas frustradas, los escarlatas del México han resurgido de las cenizas para alzarse nuevamente como máximos campeones de la Liga Mexicana de Beisbol.
Las banderas ondearon, las risas y los cánticos retumbaron, mientras las matracas y trompetas los cobijaban en un solo tono, dejando en claro que son los reyes de la liga.
Arriba de un turibus, llegaron los jugadores y entre ovaciones fueron recibidos mientras daban vuelta en el campo.
Después de ser ovacionados, cada jugador fue presentado y entre los más aclamados estuvieron Juan Carlos Gamboa, Robinson Canó, Brooks Hall, Daniel Ponce de León, Alemao Hernández y Trevor Bauer, este último fue el más vitoreado y aplaudido por los asistentes.
Juan Carlos Gamboa, capitán de los Diablos Rojos del México mencionó que este campeonato fue gracias al empeño y dedicación de todos: "Este título es para la mejor afición del beisbol mexicano. Gracias al esfuerzo, al sacrificio de mis compañeros que han hecho en toda la temporada, logramos la misión 17".
Por su parte, Lorenzo Bundy, mánager de los Diablos Rojos, agradeció el apoyo de los aficionados durante toda la temporada: "Este campeonato es de ustedes. Arriba los Diablos Rojos del México".
Melodías como "Cielito lindo", "El rey", "El viajero", "Más que tu amigo", "Mátalas", "Triste recuerdo", entre otras, pusieron a cantar y bailar los integrantes del Mariachi Gama 1000, mientras el róster caminaba por el césped y convivía con la "pandilla escarlata".
La fiesta continuó con un show de luces, Max Peraza y su banfononona, fuegos artificiales y un DJ. Por último, Rocco y Roccy amenizaron la fiesta de los Diablos Rojos del México con bailes y dinámicas.