POMBOS, Brasil (EFE).- El brasileño Marivaldo Francisco da Silva, ganador del premio a la Afición que otorga la FIFA, afirmó este viernes que la fama no lo cambiará y continuará con su maratoniana caminada de 64 kilómetros para ver a su amado Sport Recife: "Dios me dio dos piernas, salud y disposición", dijo a Efe.
Marivaldo, un desempleado de 47 años y fervoroso hincha del principal club de Recife, nunca pensó que un reportaje televisivo sobre su caminada de doce horas, atravesando tres ciudades para ver jugar a su club, le rindiera un reconocimiento internacional y pusiera a su modesto municipio de Pombos en el radar de la prensa.
"En realidad nunca se me pasó por la mente eso de la fama. Nunca lo hice con la intención de aparecer en las cámaras y estuve de acuerdo en hacer el reportaje porque mucha gente decía que era mentira", señaló Marivaldo.
Con el reconocimiento mundial, Marivaldo sabe que no le faltará un aventón para aproximarlo al estadio Ilha do Retiro, sede del Sport Recife, pero, aun así, pretende declinar esos ofrecimientos y continuará con sus caminadas cada vez que juegue el conjunto 'rojinegro', que este año disputa la primera división de la Liga.
"Espero intentar vivir una vida como siempre viví: tranquila. Y lo que viene en adelante es consecuencia, espero que sean cosas mejores de las que ya viví", relató Marivaldo, que por la falta de empleo no tenía los 32 reales (unos 6,4 dólares) para pagar el pasaje de ida y vuelta en autobús entre Pombos y Recife.
"Dios me dio dos piernas, salud y disposición. Entonces dije ese día que a partir de hoy no me pierdo ni un solo partido y, realmente, desde 2017 hasta hoy no me perdí ningún partido, ninguno, inclusive este año aún con la pandemia yo vine al clásico, aún sabiendo que no podía entrar porque no está permitido el público", comentó.
La mayoría de las veces, Marivaldo se desplaza un día antes para acompañar las competencias de los equipos de otras modalidades del Sport Recife, como los de fútbol sala, baloncesto o voleibol, y después del partido del club duerme en las afueras del estadio para emprender la caminada con los primeros rayos de Sol.
"Amo mi institución, que es el Club Sport Recife, mi razón para vivir, por el deporte no hay límite y eso que yo hice, comparado con lo que yo siento por el Sport, es nada", manifestó el apasionado hincha del 'Leao', equipo que lucha por no caer a la zona de descenso y mantenerse en la elite del fútbol brasileño.
El jueves, el Sport Recife lo invitó a su sede para acompañar la transmisión de forma telemática de la gala realizada desde Zúrich y por los protocolos de la FIFA los nominados tenían que aparecer con traje, un atuendo que nunca usó y que con la ayuda del club tuvo que correr aprisa para comprarse uno en una tienda próxima al estadio.
HÉROE DE POMBOS
Pombos, que literalmente traduce Palomos, es uno de los primeros municipios pernambucanos del Agreste Nordestino, la semiárida región que antecede el desértico 'Sertao', con una condición de intenso calor que dificulta todavía más las caminadas de Marivaldo hasta la litoral Recife.
Este viernes, el municipio de casi 30,000 habitantes, que alberga algunas fábricas farmacéuticas y prácticamente se dedica al cultivo de piñas, una de las pocas frutas que se producen en la región, vivió un día de fiesta para recibir a su "héroe".
En la gasolinera de la entrada de la ciudad, amigos, familiares y autoridades del municipio esperaron con fuegos pirotécnicos, carros de sonido y banderas del Sport Recife la llegada de Marivaldo, que en compañía de periodistas, y esta vez en automóvil, se había desplazado desde Recife y fue recibido como héroe.
Sobre una camioneta y con una escolta de coches y motocicletas, Marivaldo encabezó una caravana envuelto en la bandera del Sport Recife y desfilando ante los aplausos que aparecían en ventanas y balcones, los mismos que tantas veces pasaron desapercibidos ante sus esforzadas caminadas, prácticamente todas las semanas.
BRASIL REPITE EL PREMIO
El brasileño ha sido elegido por delante del filántropo escocés James Anderson y de las hinchadas colombianas, los otros dos finalistas a este premio.
En 2019 el galardón recayó igualmente en una única aficionada, la también brasileña Silvia Grecco, seguidora del Palmeiras, que fue reconocida por su pasión hacia el fútbol, llevando a su hijo, ciego y autista, a los partidos de su equipo.
Grecco, además, le narra al menor el desarrollo de los encuentros para que su hijo lo pueda vivir con intensidad.