El pentatlón moderno busca reinventarse para evitar su desaparición en JJOO

LONDRES (EFE).- Cuando Pierre de Coubertin ideó el pentatlón moderno, lo hizo con la intención de encontrar al superatleta. Para ello reunió los cinco deportes para él más completos: natación, esgrima, tiro con pistola, carrera y salto ecuestre. Una selección que ha sido provisionalmente borrada para Los Ángeles 2028 y que ha obligado al pentatlón a reinventarse para que el sueño de Coubertin no llegue a su fin 100 años después.

La sustitución de la prueba ecuestre por las carreras de obstáculos es la opción que presenta la Unión Internacional del Pentatlón Moderno (UIPM) al COI para evitar que los de París 2024 sean los últimos Juegos con este programa en el calendario olímpico.

"Era un cambio necesario", explica a EFE Sophie Hernández, pentatleta de Guatemala, que entiende que el ajuste puede ser complicado, pero que es vital para que el deporte sobreviva. 

"La equitación era un punto muy variable y que al momento de competir en Juegos Olímpicos o Campeonatos Mundial no se podía controlar. Ponía en riesgo el trabajo de muchos años. Como atleta ha sido difícil aceptar el cambio, pero lo veo necesario para poder mantener al pentatlón en los Juegos Olímpicos", añade Hernández. 

El principal argumento para hacer viable esta transición es la mejora en la accesibilidad que va a provocar, dando más oportunidades a países no europeos, y el recorte económico que supone evitar el uso de caballos. 

"Cuando era atleta había cinco o seis países con posibilidades de competir en pentatlón moderno", asegura Ivar Sisniega, que fue olímpico por México y ahora es secretario general de la Organización Deportiva Panamericana. 

"Ahora hay casi 20. Pero me topé con una pared, porque lo que me respondían los otros ministros es que no podían hacer el pentatlón porque no tenían caballos ni infraestructura ecuestre. La disciplina más difícil y que frena el desarrollo del pentatlón moderno es la prueba ecuestre, porque la mayoría de atletas no tiene su propio caballo, hay que alquilarlo, lo prestan...".

Según Sisniega, ahora mismo hay solo "tres o cuatro países" en Sudamérica que pueden hacer un evento internacional de pentatlón y que este deporte no ha sido incluido en los recientes Juegos Sudamericanos de Asunción (Paraguay) "porque no hay infraestructuras.

"Y no es el único ejemplo. En los Juegos Panamericanos de Lima, el 50 % de las mujeres quedaron eliminadas, pese a su buen hacer, porque el nivel de los caballos no daba la talla", apostilla Sisniega. 

Y este desnivel en las competiciones de Sudamérica se traslada después a los Juegos Olímpicos y los Campeonatos del Mundo.

"El tema económico influye mucho. Hay países con equitación privilegiada, los europeos, que cuentan con muy buenos caballos, muy buenos instructores y muy buenas pistas. Para ellos es muy sencillo llevar una escuela de equitación de gran nivel. Cuando llegas a unos Juegos te encuentras con atletas que llevan toda la vida montando caballos capaces de saltar 1,10 o 1,20 y otros atletas que nunca han tenido acceso a esa clase de caballos. Es una diferencia notable", matiza Hernández. 

"La prueba ecuestre es una ruleta rusa. Esto a va provocar que los atletas dependan más de ellos", sentencia Sisniega, quien también apunta a la facilidad para construir pistas de obstáculos y el legado que dejan como puntos a favor del cambio: "Hoy es muy fácil armar pistas de obstáculo en todos los países a un coste mucho menor que alquilar unos caballos para un evento. Va ser más fácil que un atleta se pueda preparar y compita a nivel internacional. Va a nivelar el campo de juego". 

La decisión, que se trasladará al COI en noviembre, no ha estado exenta de polémica y han sido varios los atletas que han promulgado su rechazo al cambio, que terminaría con 100 años de tradición.

"Habrá atletas que prefieran no seguir, pero lo importante es la cantidad de deportistas que atraerá el cambio. Será un número enorme", aseguro Rob Stull, consejero delegado de la federación estadounidense de pentatlón.

"En el pentatlón ha habido siempre un gran respeto por la tradición y por el deporte creado por Coubertin para los Juegos de 1912. Y por respetar los deportes que él consideró en ese momento. Él tuvo debates, si metía remo o si metía ecuestres. Tampoco es que fueron los cinco deportes más claros. Él trató de hacer un deporte, que como los de la antigua Grecia, representara a los atletas más completos de los Juegos. Él cogió los deportes que consideró más completos, pero, claro, esto fue hace 100 años. Esa visión quizás hay que modificarla. Respetar el espíritu, pero hay que analizar si los deportes representan este espíritu", sostiene Sisniega.

De no confirmarse el cambio, los Juegos de Los Ángeles verán la desaparición de un deporte presente en el programa olímpico desde Estocolmo 1912.